Capi: La primera es para romper el hielo. ¿Qué te parece la plantilla que te has encontrado?

Ismael: Horrorosa (risas). Bueno, intentaré definirlo con pocas palabras. Es la plantilla en la que menos trabajo me ha costado integrarme por su enorme calidad humana. A pesar de tener jugadores de renombre, he de alabar que me hayan acogido como uno más desde el principio.

C: Menos mal que iban a ser pocas palabras. En estos primeros partidos te hemos visto actuar en la banda izquierda, pero, ¿es verdaderamente ése tu puesto natural en el fútbol?

Mi preferencia es la delantera. Así me formé en el Granada 74. Sin embargo, Rojo me empezó a colocar de extremo en las categorías inferiores del Barcelona. Hoy se busca gente en ese puesto con capacidad de desborde. Luego, ya en el Extremadura, Ortuondo también me colocó allí.

C: Con poca edad, ya has pasado por muchos equipos en tu carrera. ¿Has pensado en asentarte en un club de manera definitiva y dejar de ser un nómada?

Pues no estaría nada mal que hacerlo en el Betis, ¿eh? Tengo que decir que en Murcia he estado muy bien y la pasada temporada ha sido maravillosa, pero Sevilla y el Betis superan con creces a Murcia en cuanto a ciudad e historia. He dado un salto cualitativo muy importante.

C: Aparte de mí, ¿a quién consideras tus ídolos? (risas)

A mi hermano Manuel. Me ha ayudado muchísimo en mi carrera. A nivel futbolístico, me encantan Ronaldo y Figo. Además, siempre he admirado a Joaquín y Denilson.

C: ¿Que hará cuando te retires?

Me gustaría compatibilizar dos puestos de trabajo. En primer lugar, me encantaría ser preparador físico del Betis. Y si a la vez pudiese ejercer como profesor de INEF en la Universidad, sería perfecto.

C: La última. Igual el aficionado aún no conoce que eres un gran imitador. ¿Cuál es su imitación favorita?

Benito, el de Manos a la Obra. Soy un gran admirador suyo. (Espontáneamente, comienza a imitarlo mientras Melli, que pasa por allí, le interpela: ‘Imita al peíto’. También lo borda. Y hay risas).