Primera | Espanyol

Un calor de justicia abrió las sesiones

Los pericos soportan temperaturas de récord. Tayfun, en plena forma

Peralada. Día 1. Son las ocho de la mañana y los jugadores del Espanyol ya caminan uniformados por los pasillos del hotel. En su pecho, sólo un ausente: el logo de Dani, que debe estar al caer. Buscan apresurados el desayuno antes de enfrentarse, casi a puerta gayola, al primer toro de la temporada.

El miura se llama primer entrenamiento de la temporada bajo un sol de justicia. Eloy Pérez, preparador físico, dirigió la sesión en el campo José María Calzón. Muchas carreras y ningún balón. Se hartarán de él durante toda la temporada. Con todo, resultó ser una hora de ejercicios a un ritmo suave en el que deslumbró Tayfun Korkut. "A mí siempre me ha gustado correr". Lleva la señal del triunfo en la frente... y sigue sin piso. "Me estoy sintiendo muy a gusto. Hay buen ambiente y Clemente nos contagia a todos".

Peor lo pasó Erwin Lemmens, que el martes ya acusó un malestar intestinal. La canícula y el esfuerzo le obligaron a parar debido a una gastroenteritis que está bajo control. Un jarabe, y a la ducha. Fue el primer sobresalto en un stage que va viento en popa. "El calor me encanta", argumenta Raúl Molina mientras hojea la prensa. Se le ve feliz.

El onubense va a la hora. Atención a la prensa de doce a una, comida, siesta, merienda a las seis, entrenamiento vespertino a las siete, cena a las nueve y a las once todos a la habitación. Este es el régimen previsto por Javier Clemente y su equipo. Hay tiempo para todo. Por el momento, ninguno se ha atrevido a jugar al golf. Soldevilla quizá no tarde demasiado.

Para las fotos, el crack es Héctor Simón. El canterano es la estrella invitada. Es de Llançà y la prensa local le busca y le encuentra. Es un chaval ilusionado y ganador. "Todo está perfecto".