El encuentro del próximo sábado ante el Málaga no tiene demasiado aliciente deportivo, pero para usted debe ser importantísimo tras tanto tiempo lesionado.

Sí, está claro. Y más para alguien que no está acostumbrado a padecer lesiones de este tipo. Es algo que se lleva mal, sobre todo al principio.

¿Con cuántos minutos se conforma jugar el sábado tras casi siete meses de lesión?

Pues con no muchos, creo yo. Desde luego, no estoy para jugar los 90 minutos. Me encuentro muy contento por el hecho de volver a una convocatoria y por el hecho de estar con mis compañeros, de lo que casi no me acuerdo. Luego, está claro que todo convocado tiene opción de jugar unos minutos del partido. Si el técnico lo cree oportuno, yo estoy dispuesto e ilusionadísimo. Los minutos que sean, eso es algo que tiene que decidir el técnico.

Lo que es seguro es que los aficionados de Son Moix le recibirán con una gran ovación. ¿Se imagina que pueda entrar más o menos en el 25’ de la segunda parte?

Realmente, no lo sé. En cuanto a la gente, siempre me he considerado un hombre querido aquí en la isla, debido a mi forma de trabajar dentro del terreno de juego. Por todo ello, considero que, indudablemente, el buen recibimiento que pueda recibir me emocionará.

A ver si se emociona tanto que luego le sale un churro de partido.

Pues seguro, me tiro diez minutos llorando y no doy una a derechas en todo el encuentro (risas).

¿Sueña con levantar el trofeo de la Copa del Rey el próximo día 28 como capitán del Mallorca?

Claro que sueño con ello. Es más, lo he soñado muchas veces. No puedo olvidarme de que he tenido dos precedentes en mi carrera en los que al final no ha podido ser. Ahora se me presenta otra oportunidad y eso es algo que se sueña; ojalá podamos traer la Copa a Mallorca.

¿No renunció a mucho su compañero Chichi Soler cuando dejó la capitanía?

Lo que he visto, desde fuera, es que él no estaba valorando si llegábamos a la final o si tenía la opción de levantar el trofeo. Él se rigió por otros argumentos y, en ese sentido, yo también soy de esa forma de ser. Si a mí me llega un fundamento negativo que falta a mis principios y no creo que debo seguir siendo el capitán, no valoraría si dentro de unos días puedo levantar la Copa y qué bonito. Valoras otras cosas y tomas una decisión al respecto.