Hoy puede ser un día extraño para David Seaman. El portero del Arsenal podría disputar esta tarde, ante el Southampton y en la 122ª final de la FA Cup, el último partido de su extensísima carrera. El rumor, que se extendió como la pólvora por las Islas ayer, cobra fuerza porque Arsene Wenger, entrenador gunner, ha decidido que hoy Mr. Pringle sea el capitán del equipo y porque nadie de la directiva se ha dirigido todavía al meta para renovar su contrato, que expira el próximo 30 de junio.
Seaman podría retirarse así con un título más en su palmarés. Y es que el Arsenal es el gran favorito para imponerse al Southampton, aunque ante sí tiene el último tren de la temporada. Wenger dijo allá por agosto que su equipo no iba a perder ningún encuentro esta campaña, pero estamos en mayo y la sala de trofeos de Highbury está criando telarañas.
De ganar, el Arsenal obtendría su noveno título de Copa, a sólo uno del Manchester United, el club que más FA Cup ha ganado. Eso sí, sería el primer equipo en ganar el título indoor, pues el mal tiempo obligará a que se cierre el techo corredizo del Millennium Stadium de Cardiff. Los gunners presentarán una defensa de circunstancias, dada la lesión de Cygan, la sanción que acarrea Campbell y las molestias que harán que hasta última hora sea duda el ex mallorquinista Lauren.
Mientras, el Southampton espera que la magnífica campaña que ha realizado tenga recompensa, más allá de que ya tiene plaza segura en la próxima Copa de la UEFA. Los Saints ganaron la FA Cup en 1976 y llegan a su cuarta final de este torneo. Gordon Strachan recupera a su guardameta titular, el finlandés Niemi, y alineará a su dupla atacante titular: Ormerod y Beattie.
ONCE IDEAL
Beckham se quedó fuera
La FA hizo ayer público el once ideal que los aficionados ingleses eligieron entre todos aquellos futbolistas que disputaron a lo largo de su carrera al menos tres finales de la Cup. Destaca la presencia de dos jugadores aún en activo, Roy Keane y Vieira; que todos sus integrantes son del Arsenal, del United y del Liverpool y la ausencia de Beckham: los ingleses prefirieron a Steve Coppell.
