El Comité de Competición sancionó con dos años a Gurpegui por su positivo por nandrolona detectado en la primera jornada de Liga en el partido que disputó con su equipo ante la Real Sociedad. Esta decisión adquiere carácter de inmediata ejecutividad y anula la cautelar que le concedió el CEDD sobre la suspensión preventiva que se impuso al jugador en tanto en cuanto se instruyera el expediente, por lo que, de momento, y hasta que se vuelvan a presentar los consiguientes recursos ante Apelación (el jueves) y el CEDD (el viernes), no puede ser alineado. No obstante, le será descontado el tiempo que estuvo suspendido provisionalmente, en concreto desde el 14 de febrero hasta el 4 de abril.
Competición, según manifestó su presidente, Alfredo Flórez, no estimó las alegaciones del club para que se tuvieran en cuenta las conclusiones de un laboratorio de Extremadura, que planteaba la duda de que la nandrolona fuera generada de forma endógena, "ya que los análisis se han hecho en uno de los diez laboratorios específicos reconocidos por el Comité Olímpico Internacional que hay en el mundo, el del CSD de Madrid, que nos merece toda la fiabilidad. Tal y como establece el reglamento, le hemos aplicado el grado mínimo, dos años, al no ser reincidente". El último caso de dopaje en España, también por nandrolona, se le imputó a Aguirrechu (97-98), al que le sancionaron con seis meses.
Andoni Zubizarreta: "Él y los médicos son inocentes"
La resolución del Comité ha llenado de indignación al Athletic, que ya ha anunciado un inmediato recurso ante el Comité de Apelación ante una sentencia que considera como una "absoluta injusticia". El club se reafirma en la indefensión del futbolista y en el no reconocimiento de la presunción de inocencia amparada en los análisis del laboratorio de Extremadura, que demuestra la producción endógena del metabolito 19-norandrosterona. Respecto a la posibilidad de acudir a la justicia ordinaria en caso de que los próximos recursos no fueran aceptados aún no existe un pronunciamiento claro, ya que la FIFA no admite este tipo de actuaciones salvo para cuestiones penales o disciplinarias, aunque se podría jugar con la posibilidad de que lo hiciera el propio jugador al entender que no se trata de un asunto disciplinario sino laboral. El director general, Andoni Zubizarreta, manifestó que "es difícil encontrar la palabra exacta para definir nuestros sentimientos. Tanto Gurpegui como los servicios médicos son inocentes".
