Las Palmas logró ayer una victoria que le acerca al objetivo de la permanencia y que le mantiene a una distancia insalvable con los puestos de ascenso. Se puede decir que la Liga, para los amarillos ha terminado porque ya nada le puede pasar en los próximos partidos. El Salamanca, muy perjudicado por el arbitraje de Rodado, no fue capaz de encontrarle las cosquillas a su rival en 90 minutos.
El encuentro de ayer fue de momentos puntuales. Con el partido aún por despertar, Mario sacudió un potente derechazo que se clavó en la red de Stelea. El Salamanca pese a esta cuesta arriba nunca le perdió la cara a Las Palmas y trató siempre de empatar hasta que lo consiguió con cierta fortuna en una falta que tocó en la barrera.
El siguiente hecho fundamental en el desarrollo del encuentro fue la expulsión de Cacá por doble amarilla. La primera, por protestar, la segunda, por interpretar Rodado que se había tirado para provocar un penalti. Entonces se montó un quilombo de cuidado con las protestas de los visitantes. Con un jugador de menos la Unión siguió echándole ganas con disparos acertados, pero sin puntería y sin jugadas clave.
Uribe se dio cuenta quince minutos después que tener cuarto defensas para parar a un media punta era poco aventurado y sacó a Reggi por Martel, algo que descompensó a Las Palmas, perdiendo presencia en la banda derecha. No se corrigió el problema hasta que entró Orlando, el tercer delantero de un equipo que se embotelló acosando al Salamanca. La segunda mitad fue un monólogo de ansias amarillas. Desembocó en un partido de pasiones, de final de Copa, con Bogdan Stelea en su séptima juventud, parando hasta la respiración del público.
El Salamanca mantuvo bien la trinchera atrás para soltar contras sin más ambición que la de ver correr el tiempo. Pero pasaban los minutos con jugadas desesperadas, con la grada caliente con ganas del gol decisivo que no se dejaba caer hasta que Rodado Rodríguez se inventó un penalti que volvió loco al Salamanca y que convirtió Rubén.
Fue un delirio que reconcilió brevemente al público con el equipo. Sin embargo, Uribe dejó ver su falta de ambición cuando con el 2-1 decidió sacar a José Antonio en lugar de Momo, que estaba ya listo para salir. Fue el último de los momentos puntuales.
Yosu Uribe: "La meta está alcanzada"
"Tenemos la tranquilidad necesaria para seguir trabajando y seguir sumando. Debemos intentar ser los primeros en el grupo de los perseguidores de cabeza, hay que meterles presión. Cuesta jugar contra diez, porque ellos se defienden muy atrás. Tuvimos muchas ocasiones antes del penalti. Stelea fue el mejor de ellos. El cambio de Martel fue táctico para quedarnos con una mejor posición con Reggi. Debería pasar una hecatombe para descender. Mi futuro lo debo hablar ahora con el club".
DAlessandro: "El árbitraje fue extraño"
"La jugada clave ha sido el penalti no pitado. Mi jugador tiene rota una media y un taco clavado. No quiero hablar del segundo penalti, que fue extraño y que todo el mundo vio. Pudimos empatar su gol primero con buenas jugadas. Creí que con nueve jugadores conseguiríamos la igualada. Todas las decisiones del árbitro fueron extrañas. Mi equipo me gustó en la primera parte y también después. Ellos no fueron realmente superiores. No vi fisuras en nuestro perfil".
