Si existe un campo maldito para el Málaga en España, ese es sin duda el Teresa Rivero de Vallecas, donde en los cuatro partidos que ha jugado en Primera no ha podido sumar ni un solo punto. El estadio Do Bessa presenta bastantes semejanzas con el recinto madrileño, ya que también está situado en un barrio —el de Boavista— y sus aficionados viven a rebufo del principal equipo de la ciudad, el Oporto, cuyo estadio da cabida a 30.000 seguidores y se lleva mayor cobertura informativa. Las condiciones del campo también son muy similares a las del conjunto vallecano, algo que preocupa al técnico blanquiazul, puesto que los escenarios de pequeñas dimensiones son tradicionalmente adversos para el cuadro malagueño. "El campo es más estrecho de lo normal, unos cinco metros tanto de largo como de ancho. No se nos da bien jugar en campos así, ya que no se adaptan al fútbol que practicamos. Por eso, ya he prevenido a mis jugadores para que tengan cuidado con faltas y córners".

De obras en los fondos

Además de guardar similitudes con el Teresa Rivero, el terreno de juego del Boavista presenta también otras características análogas a La Rosaleda, ya que actualmente los sectores de ambos fondos se encuentran en obras con motivo de la Eurocopa que se disputará en tierras portuguesas en el año 2004.