Nico Olivera, uno de los tantos hijos futbolísticos de la pequeña pero fructífera República Oriental del Uruguay, es el hombre que esta noche amenaza al Camp Nou. El empate en Pamplona (2-2) no ha mermado la euforia entre la afición del Barça, que prefiere guardar en la memoria el 4-0 al Betis, la referencia última del equipo en casa. Por eso, porque advierte en el entorno un cierto clima de esto ya está hecho, Radomir Antic hizo ayer un llamamiento a la cordura.
El serbio definió el partido como "el de mayor riesgo que hemos jugado hasta el momento", y advirtió de las "muchas trampas" que salpican el camino. Trampas en forma de jugadores apenas recuperados de lesiones y gripe (Kluivert, Luis Enrique, Andersson), de bajas que crean zozobra defensiva (Puyol, Cocu), de rumores que han marcado la semana previa (la continuidad de Reyna en la presidencia, el interés por Portillo, Franco, Klose, la posible venta de Kluivert...). Trampas que amenazan tanto o más que Olivera y el Valladolid, para poner en peligro la etiqueta de invicto de Antic desde que ocupa el banquillo del Barça.
La buena noticia de la víspera para los culés fue que Carles Puyol volvió a correr, por primera vez después de recibir un golpazo de Frank de Boer que le dejó el ojo derecho a la funerala y el orificio orbital machacado, lo que le obligará a utilizar una máscara protectora.
Verdugo realista. El Valladolid se rehizo de tres derrotas seguidas con la victoria ante la Real Sociedad, que le costó el primer puesto de la clasificación al equipo de Donostia. No sólo le ganó, sino que le metió un 3-0. Curiosa proeza, para un equipo, el del catalán Pep Moré, que ocupa el quinto puesto en el ránking de menos goleadores, con 25. Un dato resume sus carencias: David Aganzo, con cinco, es el máximo realizador del equipo, aunque no moja desde el 12 de enero.
Pero ahí está Olivera, que le metió dos a la Real. Y ahí está Fernando Sales, que ha entrado con fuerza en 2003 y ya lleva marcados cuatro tantos (dos al Betis, uno al Racing y otro al Madrid). Hoy pondrán en peligro a una defensa, la del Barça, que el pasado domingo cedió dos goles y permitió el empate de Osasuna. Dice Antic que en un equipo defienden todos, y es cierto, pero a los que se les queda cara de tontos son los del fondo.
Con el tridente para romper la racha
El Valladolid ha ganado sólo dos veces en su historia en el Camp Nou. La primera fue en la temporada 1987-88 (2-4), con tres goles de Peña y Manolo Hierro. En el banquillo blaugrana estaba Luis Aragonés y el pucelano, a cargo de Vicente Cantatore. Tuvieron que pasar diez años para que el Valladolid sumara otro triunfo en Can Barça. En la campaña 1997-98, con Sergio Kresic como entrenador, venció por 1-2. Desde entonces, sólo ha sumado un punto, en la temporada 1998-99. Para hoy, Pep Moré confía en el tridente Sales-Olivera-Óscar Sánchez para romper la mala racha.
