No, no es un sueño. Aunque podría parecerlo. Rodar en el circuito de Montmeló por debajo de 1:16 con un monoplaza de Fórmula 1 es algo sólo reservado a los mejores, a los que aspiran a la victoria. Lo han hecho pilotos como Michael Schumacher, David Coulthard o Rubens Barrichello. Ahí es nada. Pues bien, desde ayer uno más pertenece a ese selecto club del 1:15. Su nombre: Fernando Alonso. Su coche: un Renault. Su nacionalidad: española. No, no es un sueño.
El asturiano ya fue la pasada semana uno de los más rápidos en Cheste. Entonces se podía alegar (siempre hay aguafiestas) que su registro había sido el mejor de una jornada, pero no el absoluto de esos entrenamientos en el trazado valenciano. Ahora no hay dudas. Alonso marcó ayer un espectacular 1:15.971, en el mismo segundo que el estratosférico récord de Schumi, a medio segundo de Coulthard y a dos décimas de Barrichello. Otro dato significativo. Su compañero de equipo, Trulli, se quedó a tres segundos de Fernando.
Y De la Rosa sigue a la espera
Antes de la proeza de Alonso, a primera hora de la mañana, la escudería Jordan presentó su proyecto 2003. Lo hizo con modestia, acorde a los tiempos de crisis que vive la F-1 en general y el equipo de Eddie Jordan en particular. Un monoplaza siempre amarillo y sus dos pilotos: Giancarlo Fisichella y el debutante Ralf Fiman. No se habló del probador, que podría ser Pedro de la Rosa, puesto que el equipo no piensa en ocupar el puesto hasta la cuarta carrera del año, el GP de San Marino. Y el catalán sigue confiando en ser él quien esté allí.
