Indignación. Ese es el estado de ánimo que preside en el Athletic una vez conocida la sanción cautelar de Carlos Gurpegui. "Hay una absoluta perplejidad ante una decisión inaudita en lo jurídico y que atropella los derechos del jugador y del club. Se trata de una suspensión cautelar que nosotros traducimos como una sanción porque Gurpegui no puede jugar", dijo Zubizarreta. El Athletic ha remitido a Competición un escrito urgente con el fin de que Gurpegui pudiera estar presente en el partido de hoy, pero no ha tenido el efecto deseado.

Zubizarreta denunció que "a la vez que se recibía la comunicación de la suspensión cautelar se daba apertura al expediente, por lo cual el Athletic no ha podido presentar las alegaciones pertinentes. Dentro de las irregularidades que se han cometido se puede destacar que la comunicación habla de una tasa de 13,4 nanogramos, cuando los informes que nos han remitido hablan de 9,8. Es un ejemplo más de lo poco riguroso que ha sido Competición".

Amenaza con ir a tribunales

El abogado de Gurpegui, Jorge Caramés, señaló: "La resolución es disconforme a ley, asombrosa e inexplicable. La suspensión falla en la proporcionalidad del castigo y en que si el jugador es declarado inocente el daño es irrecuperable. Gurpegui tiene el derecho de acceso a los tribunales de la justicia ordinaria".