El partido de vuelta de la final del brasileirao comenzó a calentarse nada más terminar la ida. El 2-0 del Santos sobre el Corinthians terminó con los jugadores negros del timao Renato y Deivid acusando a Diego, delantero santista, de "racista. Nos estuvo llamando macacos durante todo el partido".

El jovencísimo delantero del Peixe, de tan sólo 17 años, se defendió con vehemencia de tales acusaciones. "Lo único que quieren hacer es desestabilizarme para el siguiente partido. Yo no haría jamás algo así, porque nunca dirijo una sola palabra a mis adversarios, como bien saben los que me conocen", aseguró visiblemente molesto.

Robinho, otra de las jovencísimas estrellas de los nuevos meninos da vila, salió en defensa de su compañero: "Soy negro y su mejor amigo. ¿Cómo alguien puede decir que Diego es racista?".