La historia, la experiencia y el dinero ya no acompañan al Málaga en su odisea por Europa. La balanza del favoritismo se inclina hacia Las Islas, mientras el equipo de Peiró se hace por primera vez un hueco en las apuestas británicas. Es la UEFA en estado puro: llega el Leeds. Ya no quedan cenicientas ni valen cuentos chinos. Esta noche, el Málaga tiene la ocasión de hacer de su paso por el continente algo inmortal. 400 policías, incluida Scotland Yard, custodiarán La Rosaleda más cosmopolita de todos los tiempos. Ríos de cerveza acreditan la llegada de los hooligans a la Costa del Sol, pero esta vez no les atrae el turismo, sino el fútbol.

Joaquín Peiró vuelve a asomarse al balcón de la historia, pero en esta ocasión tendrá que buscar recambio a la garra de Darío y al polivalente trabajo de Gerardo. Ambos no estarán sobre el semirecuperado césped malacitano. El canterano Manu suplirá al sevillano por el flanco derecho. El problema está en saber quién sustituye al irreemplazable punta uruguayo. Koke, Edgar y Musampa pujan por ser la nueva pareja de baile de Dely.

Será un choque de trenes con trayectos divergentes. Los ingleses, equipo de Champions, viajan por un camino de miseria en la Premier League —una victoria, dos empates y seis derrotas en los últimos nueve partidos—, aunque su racha europea está inmaculada. El Málaga no le va a la zaga: está invicto en Europa y sigue muy fuerte en la Liga.

En el rincón británico, ocho bajas titulares y papel de víctimas. Pero, aunque falten Viduka y Fowler, la afición no se privará de ver a Kewell, estrella indiscutible de los pavos reales, a Alan Smith, que en la anterior ronda logró cuatro goles, o al ex técnico del Barça, Venables, que se juega el puesto ante Sir Joaquín Peiró.

"Aún creía que podría jugar hoy"

Los grandes ausentes a la cita europea, Gerardo y Darío, sufrirán más de lo previsto viendo el encuentro desde la barrera. El uruguayo, hombre de prodigiosas recuperaciones, aún confiaba en levantarse esta mañana y jugar: "Tengo el ánimo muy bajo porque quería jugar de cualquier manera. Esta mañana me he levantado con la esperanza de que así fuera porque aún pensaba que podía recuperarme, pero ya sé que es imposible. Tengo los mismos dolores que en días pasados, lo intentamos todo hasta lo último para ver si podía estar, pero todavía me cuesta respirar. De todas formas, al que le toque jugar, seguro que lo hará incluso mejor de lo que lo hago yo a veces. El Leeds es un buen equipo pero nosotros tenemos grandes futbolistas, estaré siempre cerca de mis compañeros, saben que tienen todo mi apoyo".