Hoy comienza el Masters de los tres españoles y usted lo narrará desde Madrid. ¿Es un problema grave no haber viajado a Shangai?

—Evidentemente es un contratiempo, pero lo superaremos porque ya lo hemos hecho en otras ocasiones. Aún así, siempre se nota. Cuando estás en el torneo todo es más fácil, vas al centro de prensa y es como ir al Corte Inglés: pides lo que quieres y te lo dan. Sin embargo, desde Madrid nunca estás seguro de tener toda la información.

La diferencia horaria provoca que los partidos comiencen a las 09:00, hora española. Un horario muy poco deportivo.

—Sí, toca madrugar y eso siempre es una faena. De odas formas, últimamente me pasa mucho. Se juega demasiado en Australia.

Además, en esta ocasión narrará usted sólo, sin Andrés Gimeno, su compañero habitual.

—Sí, está vez Andrés se ha quedado en Barcelona, pero seguirá trabajando con nosotros. Siempre es más aburrido narra sin él, pero no es la primera vez que lo hago. Los primeros minutos me costará acostumbrarme, luego asumiré que el que debe contestar a mis preguntas soy yo mismo.

El Masters se juega en pista rápida y al mejor de tres sets. Esto garantiza partidos no muy largos. ¿Es esta una ventaja para las televisiones?

—Quizás sea más ameno, pero lo que lo hace realmente espectacular es que juegan los ocho mejores del mundo, y eso es una maravilla.

¿Su favorito?

—Tengo dos: Hewitt y Agassi. Pero mucho ojo con Moyá, que está en un gran momento.