Yordi no perdonó un despiste de Lima

Segunda | Las Palmas 0 - Zaragoza 1

Yordi no perdonó un despiste de Lima

Yordi no perdonó un despiste de Lima

carlos díaz

Las Palmas y Zaragoza jugaron de primera pero sólo uno fue astuto.

En el partido de ayer ganó el que mantuvo la cabeza serena y el que no cometió errores. Todo el partido fue parejo, con alternativas, cambios de dominio y buen juego. Sin embargo, un fallo de cadete de Lima le dejó a Yordi, un depredador del área, la oportunidad de que el Zaragoza siga al alza.

El partido prometía por el cartel. Pero es que además de los nombres de los contendientes, hubo buen juego (mejor de lo que se suele ver en Segunda) y suficientes ocasiones como para contentar a un público exigente, el del Insular. Comenzó la cosa con un dominio del Zaragoza, que se sobrepuso al ambiente para jugar a su ritmo, con la maestría de Aragón en la media e internadas peligrosas de Galletti y Vellisca. Pero es que Yordi sigue sin acertar en el área, algo que no permitió ver goles.

Sin embargo, el equipo aragonés hizo demasiadas faltas para frenar los contragolpes amarillos, algo de lo que Las Palmas sabe sacar peligro. De las diecisiete de la primera parte llegaron las mejores ocasiones de los locales, junto con algunos tiros lejanos de Baiano, que dio en el palo, y de Pedro Vega. La Unión Deportiva acabó los primeros 45 minutos sin dominar, pero acogotando al Zaragoza en múltiples ocasiones. Pues de las diecisiete faltas del Zaragoza, Bello Rebolo no se atrevió a sacar una sola amarilla, aunque fuera por reiteración, algo que encrespó a los jugadores amarillos y al público.

La segunda parte se inició con el mismo soniquete de la primera: dominio sin consecuencias del Zaragoza, que llevó a las cuerdas a Las Palmas. Poco a poco se vino arriba el Insular y arropó a su equipo a irse arriba con más ganas que cabeza, a arreones. Los dos entrenadores no movían ficha y sus equipos estaban atascados en sus planteamientos, sin posibilidad de marcar. Todo hasta que Lima le abrió la puerta del área a Yordi para que marcase un gol que celebró el Zaragoza por todo lo alto.

Entonces Uribe hizo los cambios para levantar el partido, pero el equipo se contagió del nerviosismo de la grada y a pesar de que estaba toda la artillería sobre el verde, no llegó el gol. Las jugadas se atropellaban unas con otras, salpicadas por más faltas aragonesas y por contragolpes que pudieron dejar el partido con un resultado más abultado. Cada falta era la parada de una guagua en hora punta, pero no se pudo empatar.

Juanele fue silbado y cantado en la grada

La afición del Insular no se olvidó del pasado tinerfeñista de Juanele y le propinó una sonora pitada cuando salió. Pero es que durante la primera parte, los Ultra Naciente también le corearon. Nadie se olvidó de que el año pasado dedicó un feo gesto al público.