El secretario general de la UEFA, Gerhard Aigner, insistió ayer en la voluntad de este organismo de "erradicar el problema del racismo", y dijo que podría imponer sanciones de hasta tres años a la personas que protagonicen comportamientos xenófobos. "Imponer sanciones de por vida sería definitivo y privaría a las personas de tener una oportunidad para corregir sus comportamientos. Creo que debemos ser firmes y multar por un periodo de tiempo. Estamos hablando de años; una temporada, dos o tres, según la gravedad del caso".

Aigner reiteró que sigue en marcha la investigación de UEFA para aclarar los hechos ocurridos en el partido entre las selecciones de Eslovaquia e Inglaterra, jugado hace unos días en Bratislava, donde los ingleses Emile Heskey y Ashley Cole fueron víctimas de insultos racistas.

Aigner resaltó que, por las imágenes vistas últimamente en los campos de fútbol, se demuestra que hay una "falta de educación entre los jóvenes. Se suceden demasiados comportamientos incivilizados y tenemos que erradicarlos con dureza".