La Comisión Nacional contra la Violencia (CNV) propuso al delegado del Gobierno en Sevilla sanciones de 30.100 euros, con la prohibición añadida de acceder durante cinco años a espectáculos deportivos, para cada uno de los cinco participantes en los incidentes del Sánchez Pizjuán, entre los que se encuentran el seguidor que saltó al terreno de juego para agredir a Prats y los que apalearon al guardia de seguridad, incluido el portador de la muleta.

Asimismo, este organismo acordó aceptar la petición realizada por la Federación de no sancionar al club hasta que emita su resolución el Comité de Competición. También se multó con 610 euros y tres meses sin entrar en los estadios a otros 14 espectadores de ese partido.

Por otro lado, la Policía detuvo ayer a un joven de 19 años implicado en los hechos, con lo que el número de implicados en los sucesos asciende ya a ocho. De los otros jóvenes identificados, uno es menor de 14 años, por lo que no se le tomó declaración ni podrá ser acusado. Sólo se dio conocimiento de su participación en los hechos a sus padres.

Por otra parte, el Betis decidió no vender entradas al público no abonado para el Betis B-Sevilla B que se jugará este domingo por miedo a disturbios.

La clausura: 4 partidos, posible castigo

El Comité de Competición decidirá esta tarde por cuántos partidos cierra el estadio Sánchez Pizjuán. Todo apunta a que la clausura será en torno a los cuatro encuentros. El cumplimiento de la suspensión podrá ser aplazado por el Sevilla al no estar en vigor aún la nueva Ley del Deporte que impide al CEDD otorgar suspensiones cautelares por estas sanciones.