La Real Sociedad, que actúa como acusación particular en el caso del asesinato del aficionado Aitor Zabaleta en el estadio Vicente Calderón, mostró ayer su profunda satisfacción al ratificar el Tribunal Supremo la sentencia de 17 años de cárcel para Ricardo Guerra, quien deberá hacerse cargo de una indemnización de 20 millones de pesetas (unos 120.000 euros) para la familia y de 10 millones para la novia, Verónica. El portavoz del consejo de administración del club guipuzcoano y abogado que ha llevado el caso, José Luis Barrenetxea, reconoció ayer que "estamos satisfechos porque la justicia ha dado respuesta adecuada a unos hechos que no debieron suceder nunca, pero que desgraciadamente se produjeron".

Al acusado ahora sólo le quedaría un último recurso al Tribunal Constitucional y, en opinión del consejero, "jugando con quien jugamos, con el abogado Rodríguez Menéndez, no descarto que acuda al Constitucional y agote todas las instancias".