Dos jugadores de la primera división del fútbol paraguayo han sido castigados con una suspensión de 30 meses por una gresca generalizada que protagonizaron el pasado domingo en

un partido del torneo de liga.

La inhabilitación afecta a Ariel Aldama, de San Lorenzo, y a

Pánfilo Escobar, de Sportivo Luqueño, quienes sólo podrán pedir la revisión de la medida una vez cumplida la mitad de la pena, según un tribunal de la Asociación Paraguaya de Fútbol.

El tribunal identificó a ambos jugadores como los principales protagonistas de una gresca desatada durante el partido disputado el domingo en el estadio de Luqueño, en la cual también fue involucrado otro futbolista Diego Martínez, a quien se le suspendió por 20 meses.

El presidente del tribunal, Rubén Bassani, dijo que espera que las duras sanciones "sirvan de lección" para evitar que se produzcan más hechos de violencia en el campo de juego y resaltó que se había manejado la posibilidad de una expulsión definitiva de los involucrados en la gresca.

En ese sentido, recordó el caso del veterano centrocampista

Gabriel "Loco" González, de Olimpia, expulsado de los registros de la Asociación Paraguaya de Fútbol por arremeter a golpes contra un árbitro que le iba a mostrar tarjeta amarilla.