Rubén Ruiz tocó la gloria con los dedos

Copa del Rey | Lemona

Rubén Ruiz tocó la gloria con los dedos

Rubén Ruiz tocó la gloria con los dedos

aitor martín

El goleador del Lemona trabaja en una fábrica de pintura

Le apodan Pintu porque trabaja en una empresa de pinturas, aunque su auténtica oficina está instalada a unos metros más allá, en el área enemiga donde se barnizan las ocasiones de un delantero centro. Rubén Ruiz, futbolista del Lemona que el pasado martes rayó la gloria con los dedos, merced a los dos goles logrados frente a Pinto, el portero vigués, lleva al hombro una historia futbolística: debutó en Primera con el Logroñés frente al Atlético de Madrid y jugó durante cinco partidos, con la esperanza de consolidarse como futbolista de élite.

No fructificó aquella aventura, y Rubén Ruiz juega hoy en el Lemona, un equipo de Tercera División con aspiraciones a dar el salto. Tras acabar el encuentro frente al Celta, con la desilusión aún a flor de piel, Rubén tiró de recetario de futbolista experto, y aseguró que "hay que olvidar este palo y luchar por el ascenso", mientras guardaba para el recuerdo la camiseta de McCarthy. En su análisis del partido, Rubén Ruiz reconocía que "mientras aguantamos físicamente el partido estuvo cara a cara, pero en la segunda mitad nos desfondamos un poco y eso se notó. Esa fue la clave". Rubén Ruiz maldijo también su desgracia, "porque los dos goles no sirvieron para nada", aunque se mostró satisfecho porque "el equipo dio la cara y la sensación de que hubiese podido contra el Celta".

El sentimiento agridulce que recorre estos días Lemona no es patrimonio exclusivo de Rubén. El técnico, Liceranzu, confesaba ayer que "queda el orgullo de que obligamos al Celta a sacar todos sus recursos".