"Estoy muy satisfecho por las condiciones físicas en las que estaba. El problema que tengo parece de risa ya que es una parálisis facial que ha hecho que no pudiera cerrar el ojo derecho. Eso provocaba que se irritase con el paso de las vueltas por el sudor, aunque me han puesto una esponja en la parte de la frente del casco para intentar que cayera lo menos posible. Además, sin la ayuda de los médicos del doctor Costa no hubiera podido correr. Ha sido la carrera más difícil de mi vida. Cuando he visto la caída de Katoh y Melandri me he dicho a mí mismo que tenía que aprovechar la oportunidad como fuera. Ha sido una lástima que me quedara encerrado en la salida porque he rodado en los tiempos de cabeza. Esta vez de suerte nada, es más, me he quedado detrás de McWilliams porque tenía un ritmo bueno y le he adelantado en la última vuelta. Mi objetivo es mantener el nivel y quiero estar en el grupo de cabeza en las tres carreras que faltan. Lo estoy haciendo lo mejor que puedo y mis expectativas de principio de temporada están cumplidas porque llevo dos podios. Hay que seguir esta línea y conseguir una victoria en lo que queda no es imposible. Le dedico este puesto a mi hermano, que tuvo un accidente de coche y estuvo a punto de costarle la vida. Ahora está en el hospital recuperándose de unas heridas y es mi tifosi número uno. Va para él y nosotros ya lo celebraremos porque ahora no para de llorarme el ojo. Me ha mirado un tuerto".