-¡Por fin es del Málaga!
-Hasta que no esté allí no me lo quiero creer todavía (risas). Estoy muy feliz. Es un orgullo que el Málaga se fijase en mí.
-¿Pensó que se iba a frustrar todo?
-Cuando mi representante (Ramón Arasa) me dijo que podía hacerse el fichaje, mantuve la calma, la misma que cuando se produjo el compás de espera.
-¿Es un salto en su carrera?
-Jugar en Primera es lo más grande. Ahora lo que tengo que demostrar es que no se han equivocado conmigo.
-¿Qué deja en el Levante y qué piensa encontrar en Málaga?
-Pues en el Levante dejo la Segunda División, que no es poco. Ya en serio, dejo un club que me ha mimado y que voy a llevar dentro. Málaga es un salto, donde espero todo sobredimensionado, todo más a lo bestia. Habrá mejores profesionales, un mayor despliegue mediático...
-Serafín Roldán lo ha definido como un futbolista de despliegue físico y un hombre de familia. ¿De acuerdo?
-Pues yo me definiría como un pivote defensivo, trabajador al cien por cien y que antepone el colectivo a lo individual.
-¿Le asusta venir con la etiqueta de sustituto de De los Santos?
-Miguel Ángel es Miguel Ángel y De los Santos es De los Santos. Es un orgullo que me comparen con él por lo que hizo en Málaga pero cada uno tiene su estilo.
-¿Haberse perdido la pretemporada complica mucho su titularidad?
-Yo no puedo luchar contra las circunstancias. Cuando llegue, empezaré a entrenarme con humildad para ganarme la confianza del técnico. Es mi trabajo.
-El Barça guarda una opción de tanteo...
-Ahora sólo pienso en el Málaga.
-Arnau será un buen padrino. Le ha puesto por las nubes.
-Ya he oído lo que ha dicho sobre mí. Le doy las gracias.
-¿Ha seguido al Málaga en el arranque liguero?
-Por supuesto. Ante el Betis, muy bien. Darío y Dely son buenísimos. Y ante el Madrid, ya lo vio todo el mundo.
-¿Será el timón de un equipo UEFA?
-Por mí no va a quedar. Y por lo que he visto, este equipo puede.