Primer toque de atención para los rojiblancos. Los de Luis notaron en exceso la ausencia de su genio Fernando Torres para definir en los metros finales. El Racing fue osado y ganó un punto en base a sus merecimientos. Al Atlético le faltó tener mayor tino en ataque, más seguridad por sus laterales y resolver de manera urgente su ubicación de los medios centros. Falta una pareja para Movilla.

Le salió respondón el Racing al Atlético. Su entrenador Luis César hizo un planteamiento perfecto y valiente y los rojiblancos se sintieron tocados durante el primer tiempo. Esperaban un monólogo suyo en ataque y se encontraron con un choque de ida y vuelta. Es cierto que en los minutos iniciales tanto Diego Alonso, Colsa como Correa tuvieron ocasiones que no se deben perdonar. Los gallegos tuvieron paciencia para manejar el balón en el centro del campo con un Pablo pletórico y al final se encontraron con el gol del oportunista Ismael.

En el segundo período, el Racing salió algo más conservador y el Atlético llevó el peso específico, aunque le faltó la clarividencia del primer período. Luis sacó a su artillería pesada y se notó. Dani se convirtió en un delantero más peligroso que Correa y Roberto como segundo delantero centro dio la asistencia del empate de Diego Alonso. A Stankovic se le acabaron los pulmones y Movilla nunca pudo superar la presión a la que le sometió el Racing.

Los minutos finales fueron emocionantes. El Atlético buscaba el empate con su poderío en las alturas, el árbitro que fue un puro despropósito señalaba faltas absurdas a Roberto, la angustia se apoderaba en el Calderón con la lesión de Burgos que no podía dejar la portería para no dejar a los madrileños con diez y en el minuto final el guardameta argentino e Hibic estuvieron a punto de conseguir los tres puntos. Un empate que viene a premiar a los dos conjuntos y un Atlético que sin su joya Fernando Torres no tiene picante en su delantera.