Candelaria, en la región colombiana del Valle del Cauca, fue el lugar en el que nació Linda Lizeth Caicedo Alegría un 22 de febrero de 2005. Al son cafetero, en las calles del corregimiento de Villagorgona, Linda creció con un balón pegado a sus pies. Su vida hoy, como futbolista del Real Madrid y de la selección tricolor, es totalmente diferente a la de entonces, pero hay algo que la dejó marcada por siempre: el cáncer de ovarios que le diagnosticaron a los 15 años…
Para entonces Linda ya era una de las futbolistas más prometedoras de Colombia. A los cinco años, de la mano de su madre, entró en la escuela Real Juanchito, una academia en la que jugó rodeada de niños, adquiriendo una técnica y regate exquisitos, que son parte de su sello de identidad en la actualidad. Ya con 10 años ingresó en su primer equipo femenino: Generaciones Palmiranas.
Después llegaron el Deportivo Atlas y sus goles en los torneos nacionales de 2017, 2018 y 2019, siendo estas actuaciones con la Selección Valle, de su región, las que le abrieron las puertas al fútbol profesional. Para ello, contó con la complicidad de Carolina Pineda, jugadora internacional con Colombia y fundadora del Atlas, que aconsejó a la presidenta del América de Cali que la fichase. Así, como todo prodigio, Linda Caicedo llegó a la liga cuando todavía era una niña: con escasos 14 años. Estaba lista.
Y así lo demostró en su estreno, un 15 de julio de 2019 por siempre en la memoria de la hoy futbolista del Real Madrid. Porque la primera vez nunca se olvida. Con el 15 a la espalda, entró al campo en la recta final del partido para deshacerse de tres rivales y anotar el gol del triunfo de las suyas ante el Cortuluá. Sí, había nacido una estrella. Ese año fue la máxima realizadora de su equipo con siete tantos, incluido uno en la gran final por el título. Su primer campeonato. Llegarían más, pero antes tuvo que superar la mayor adversidad de su carrera…
Linda empezó 2020 cambiando la camiseta de América por la de Deportivo Cali. Empezaba una nueva etapa llena de ilusión, pero unos dolores abdominales que le crearon un fuerte malestar acabaron en un temido diagnóstico: cáncer de ovarios. Hacía un mes que había cumplido los 15 años. “Era muy pequeña y la información la recibían mis padres, enterarme de mi situación era muy complejo”, relata para el programa Mujeres imparables.
Linda tuvo que pasar por quirófano para que le extirparan el tumor y ser sometida a un tratamiento de quimioterapia de seis meses. “Cuando la hospitalizaban lo único que preguntaba era si podría jugar al fútbol”, cuenta su madre Herlinda en la mencionada pieza audiovisual. Podría, pero después de un tiempo. Le contestaban. Todo en medio de una pandemia mundial, la de Covid-19, que ayudó a que su familia mantuviera su enfermedad y posterior recuperación en el ámbito privado.
“Como no había entrenamientos ni competición, le afectó menos no jugar al fútbol”, explica su progenitora. La liga femenina de Colombia, como en España, había quedado cancelada por el virus y la adolescente futbolista encaraba su recuperación con el objetivo de volver a disfrutar sobre el césped. En septiembre de 2020 estaba curada, incorporándose a los entrenamientos unos días después de su última sesión de quimioterapia. Sus efectos secundarios hicieron que se le cayese el pelo…
Pero la peluca fue la solución. “El día que se la colocamos volvió a sonreír”, señala su madre. Así volvió Linda a los terrenos de juego, con la camiseta de su nuevo equipo y el cariño de sus compañeras: “Todas me acogieron bien, estuvieron muy pendientes de mí y me dieron un apoyo impresionante”. Ese final de 2020 fue para volver a recuperar su mejor físico: marcó tres goles en siete partidos.
Después llegaron los nueve tantos de 2021, campaña en la que salió campeona de liga por segunda vez en su carrera, sus llamadas con la selección absoluta de Colombia y un 2022 que la encumbró como talento internacional: subcampeona del Mundial Sub-17, en el que fue Balón de Plata y Bota de Bronce; Mejor Jugadora Sub-20 de Conmebol, subcampeona de la Copa América y mejor jugadora de dicho torneo absoluto continental. El fenómeno Linda era imparable y su 18º cumpleaños, esta vez por motivos felices, sería inolvidable…
Con la mayoría de edad, en febrero de 2023, llegó su fichaje por el Real Madrid. “Estoy muy feliz de llegar a un club tan grande. Siempre fue mi sueño jugar en el extranjero, estar aquí es increíble”, decía en su vídeo de presentación. Después llegó su participación en el Mundial de 2023, en el que se convirtió en la primera jugadora colombiana que marcaba en todas las categorías del torneo intercontinental: Sub-17, Sub-20 y Absoluta.
Este verano, después de una campaña en la que ha marcado siete goles y dado cinco asistencias en el equipo blanco, le toca vivir otro sueño: los Juegos Olímpicos de París. Colombia está encuadrada en el grupo A, con la anfitriona Francia, la vigente campeona Canadá y Nueva Zelanda. Linda, superviviente del cáncer con 15 años, es ya una estrella mundial del balón. Y como ella misma dice: el fútbol es vida.