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JUEGOS OLÍMPICOS | ENTREVISTA

Luis de la Fuente: "Es la final soñada, la hubiera elegido"

El seleccionador atiende a AS: "Tengo el once en mi cabeza". Hace balance del torneo: "Han sido circunstancias extremas, los jugadores han sufrido mucho".

YokohamaActualizado a
Luis de la Fuente: "Es la final soñada, la hubiera elegido"

Luis de la Fuente (Haro, La Rioja, 1961) cogió a esta magnífica generación de futbolistas en 2015 y les hizo campeones de Europa Sub-19, Sub-21 y ahora medallistas olímpicos. Es el arquitecto que ha construido este equipo. El riojano atiende a AS en Yokohama, donde se juega la gran final del sábado contra Brasil (13:30, La1).

¿Alguna vez soñó con estar en la final de unos Juegos? ¿Es el partido más importante de su vida?

Qué va, era imposible pensarlo. Supongo que alguien que se quiera dedicar al deporte en otras actividades individuales seguro que sí. Pero yo cuando empecé en el fútbol pensé en jugar un Mundial o Eurocopa absoluta, qué se yo, pero en ningún caso me imaginaba lo que podían significar unos Juegos para el fútbol. Es el compromiso más importante de mi carrera, como entrenador y en mi etapa de futbolista.

Usted empezó desde la base, empezando con los más jóvenes. ¿Sabe mejor así el camino hasta la cima?

La cima como concepto no me gusta pensar que ha llegado, siempre hay cosas que hacer y que mejorar. Es cumplir un reto, es bueno ponerse objetivos y cumplirlos. No sé si sabe mejor, pero sabe muy bien. El sacrificio y la superación son valores añadidos dentro del trabajo de una persona. Trabajar en esos valores me parece natural y hasta beneficioso para ser cada vez más exigente, mejorar y ser autocrítico. Viniendo de esa cultura cuando se consiguen objetivos los valoro mucho más.

¿Cómo ha sido la experiencia de los Juegos? ¿Qué tal fueron los días en la Villa Olímpica?

Los días de la Villa fueron algo inenarrable de satisfacción y alegría. Venimos de una concentración bastante dura, los periodistas lo sabéis porque lo habéis vivido en primera persona. Ha sido una concentración estando en un hotel, sin salir de la habitación durante diez días, sin salir a la calle salvo para ir a entrenar o jugar. Durísima, muy exigente psicológicamente. Cuando tuvimos la oportunidad de ir a la Villa nos parecía la libertad de estar en Hollywood. Y luego encima convivir con deportistas, veías ídolos para muchos de los jugadores e incluso nuestros futbolistas para otros deportistas. Ves que todos somos iguales, todos somos deportistas más allá de la modalidad. Es una cura de humildad para todos, una lección de vida para dar importancia a lo que lo tiene de verdad. Ver que todo el mundo piensa el deporte de un modo muy parecido. Eso hace que nos iguale mucho, ha sido una gran satisfacción ver que te trataban de igual a igual.

Si antes del torneo le dicen que va a llegar a la final… ¿Qué rival hubiera elegido?

Hubiera sido esta final. Nos hemos enfrentado a cientos de rivales, no sé cuántos habré dirigido en todas las categorías. Cientos. Nunca he jugado contra Brasil, es una selección con un currículum tan importante como el nuestro. Sería la final más votada por todos y por mí también. Contra Brasil es la final soñada por muchos profesionales del fútbol.

¿Cómo están los jugadores?

Están concienciados. Fue una alegría inmensa pasar, pero nada más acabar ya estaban todos diciendo que quieren la medalla de oro. Están motivados. Han sufrido mucho, me encanta poder hablar de esto porque la gente debe de saber lo que han sufrido, lo que han trabajado. Han sido circunstancias extremas, ha sido impresionante el derroche, el trabajo, el sacrificio que han hecho. Sólo por estar aquí han sacrificado muchas cosas con sus clubes, con sus propias vacaciones. Es un orgullo para mí trabajar con estos futbolistas. Se lo merecen todo, han trabajado para ello.

¿Es el torneo más especial en lo emocional para usted?

Ha sido una concentración muy especial, porque en otros campeonatos tienes una concentración normal: entrenas, vas a tu habitación, puedes salir a pasear, algún día tienes libre… Aquí llevamos un mes codo con codo todos los días. Ni un solo día no han estado juntos. En el hotel en la misma planta, el mismo autobús, el campo… Y de ahí vuelta a la planta del hotel. Esto ha sido un Gran Hermano en positivo, porque no ha habido ni el más mínimo roce ni el más mínimo desaire. Ponías el entrenamiento habiendo dormido sólo cuatro horas y la gente no se quejaba. ¡Ni una sola queja! Eso es dificilísimo, llevamos más de un mes concentrados. La actitud es exactamente igual que el primer día.

¿Tiene claro el once de la final?

Creo que lo tengo ya pensado. Ahora es tocar madera para que no haya contratiempos en los entrenamientos, porque cualquier pequeño detalle negativo en forma de molestia o mala pisada te deja fuera de la final. Tengo el equipo en mi cabeza. Estoy muy tranquilo porque voy a acertar, el equipo está muy bien y con cualquiera acertaré.

¿Cómo está Dani Ceballos? ¿Llega al partido?

Ha sido milagroso sólo que tuviera posibilidades de jugar en semifinales, porque se entrenó en la víspera. Ahora tenemos tres días para la final y que sea una duda ya es un mérito tremendo. Cuando se produjo la lesión… es una lesión de dos meses tranquilamente. Pudo ser mucho más grave. Su actitud ha sido magnífica, con el médico y el fisio pendientes cada hora del día y con una actitud y una energía positiva para recuperarse. Ha ido generando dudas partido a partido. Es uno de los jugadores que hay que ver, lo más importante son sus sensaciones. Tiene posibilidades de participar, no sé en qué momento del partido. Sólo con que juegue diez minutos ya sería un logro.

¿Ha tenido que frenarle en algún momento?

Sí, algún día tuvimos que hablar tranquilamente porque él se disgustaba cuando veía que la evolución no era como pensaba. Había que tranquilizarle y decirle ‘Dani, calma, lo importante es tu tobillo’. No debe pensar tan a corto plazo, nunca vamos a exponer la salud del futbolista. Lo entiende, pero en un principio sus ganas de jugar y ayudar le hacían pasar malos momentos.

¿Le falta al equipo el partido redondo?

Sí, creo que se puede mejorar. Podemos hacerlo mucho mejor todavía porque hay mucho potencial. También el contexto es muy diferente a otras competiciones. Para unos es pretemporada, otros venían de estar unos días de descanso aunque venían con ritmo. Era un grupo muy heterogéneo en lo físico. Y luego las condiciones climatológicas… Aquí son durísimas. Cualquier partido estando en forma, con el periodo de preparación adecuado hubiera sido durísimo por la humedad, el calor… Es tremendo. Más aún cuando tienes algún déficit. Eso nos ha impedido estar a ese nivel que creo que este equipo puede alcanzar. Aun así estoy muy contento.

¿De uno a diez?

Un diez, de verdad. El depósito lo han vaciado. Tienen posibilidad para tener el depósito más lleno y rendir más, eso sí, pero en este contexto han dado el máximo de lo que podían dar.

Este es el primer partido en que España no es favorito, está al 50%. ¿Liberarse de esa presión es positivo?

Durante todo el torneo he intentado hablarles de disfrutar el momento, no he querido ni para mí sentirme con presión. Me he sentido un privilegiado por estar aquí. Hay que poner en valor a dónde hemos llegado. Les transmito tranquilidad. Han jugado con tensión y responsabilidad, pero nunca con presión y estrés, que eso es negativo. Les conozco muy bien y son un grupo muy exigente consigo mismo, lo cual me encanta. Entonces se autoexigen y se ponen metas muy altas. Ellos están deseando dar ese partido redondo y este sábado contra Brasil van a estar liberados, porque han conseguido una meta impresionante. Saben que tienen la posibilidad de pasar a la historia del fútbol.

¿Qué rival espera?

Brasil es una selección muy potente, con grandes individualidades. Tienen una grandísima experiencia, como los nuestros, en el mundo profesional. No tienen posesiones largas ni se caracterizan por el dominio pero es un equipo muy vertical, con transiciones rápidas y contragolpes. Va a ser un partido donde veremos qué versión se impone.

¿Le molestaron las preguntas sobre la suplencia de Asensio?

¡No! Para nada, no me molesta ninguna pregunta. Simplemente es que espero mucho más de Marco. Si la gente se siente satisfecha porque ha centrado y ha dado un gol o porque ha metido un gol, flaco favor le estamos haciendo. A Marco le exijo mucho y lo hago desde el cariño, desde alguien que le ha tenido desde juveniles. Le he traído a los Juegos sin tener ninguna obligación, si no le hubiera traído a los Juegos nadie estaría hablando de Marco Asensio ahora. Es así. No es que me deba nada, no lo digo en ese sentido. Sólo lo digo porque confío mucho en él, porque le tengo un gran aprecio personal y futbolísticamente soy un admirador suyo. Pero no me conformo con eso, creo que tiene que dar mucho más. Soy muy exigente con él, pero estoy seguro de que él lo es más. En eso coincidimos. No me molestan las preguntas, pero quiero dejar constancia de que todo lo que se le dice a él y a otros es por su bien, y por supuesto por el bien del equipo. Eso está por encima de cualquier individualidad.

¿Va a ser titular?

Mi idea la tengo, el boceto. Me encanta verles a todos enchufadísimos porque ninguno sabe si va a jugar. Todos saben que tienen posibilidades y lo están haciendo como a mí me gusta. Tenerlos tan enchufados es bueno para el ambiente que se genera.

¿Cómo ha sido el camino con esta generación desde Sub-19 hace seis años? ¿Sueña con reencontrarse en la Absoluta?

Nosotros hablábamos en Sub-19, en el Sub-21… Decíamos que el círculo se cerraba con los Juegos Olímpicos, sinceramente. Se termina una etapa en la que hay una limitación de edad por las normas. Se cierra el círculo. Por supuesto que nos gustaría reencontrarnos. Pero desde el corazón digo que ahora mismo no me preocupa nada. Me preocupa terminar los Juegos, era mi sueño… He renunciado a algunas cosas por estar en estos Juegos y en la Federación, porque siempre he dicho que yo voy a estar donde quiera estar y donde me sienta feliz. Me siento feliz todavía en la Federación. Lo que pase después de los Juegos, dios dirá. En el futuro… No sé. Estoy feliz de que a la Absoluta le vaya fantástico y Luis Enrique sabe que tiene conmigo a un hombre que le apoya a tope. Nada más, no me planteo el futuro.

¿Qué mensaje manda a la afición?

Primero darle las gracias, hemos recibido infinidad de mensajes de orgullo y de pertenencia con esta Selección. Es el mensaje que habíamos mandado: que se iban a sentir orgullosos de esta Selección. Me gusta que en España valoremos lo nuestro, le demos valor a una generación de jóvenes que son ejemplo para otros jóvenes. La gran mayoría de los jóvenes en España son de este perfil, pero seguramente sólo veamos a los que destacan por cosas negativas. Esos valores de los que hemos hablado muchas veces estos jugadores los representan de manera excepcional.