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Real Oviedo

La primera visita probará la flexibilidad de la libreta de Bolo

El regreso de Sergi Enrich tras cumplir sanción hace que el entrenador medite si salir de inicio con dos delanteros puros o con media punta

Actualizado a
21/08/22 PARTIDO SEGUNDA DIVISION
REAL OVIEDO - LEGANES
BOLO
ELloy AlonsoDiarioAS

Una de las características más demandadas por el Oviedo en su búsqueda de entrenador nada más conocer que José Ángel Ziganda renunciaba al cargo era la de alguien flexible en sus planteamientos. El mismo Tito Blanco lo expresó en la rueda de prensa de su presentación como director deportivo azul: explicó que buscaba alguien con experiencia en la categoría, que transmitiera y que fuera capaz de adaptarse a diferentes sistemas. Por entonces, Bolo y Velázquez eran los favoritos y el vasco acabó imponiéndose en el casting.

Tras dos jornadas como técnico del Oviedo ya se ha podido ver algunos detalles de esa capacidad para modificar algunos aspectos de su equipo y sorprender al contrario.

En la primera cita, la del estreno ante el Andorra, Bolo optó por un 4-4-2 claro, con Obeng y Bastón en ataque, repitiendo un patrón ya observado la temporada anterior con Ziganda. El resto de la apuesta siguió una idea de continuidad con lo del curso pasado: solo Alonso Aceves fue titular de los nuevos.

Pero las cosas no salieron como el técnico, ni la afición, hubeira deseado. El Andorra fue mejor con el balón y, aunque apenas inquietó la meta de Tomeu Nadal, sí logró incomodar al Oviedo, que nunca encontró el ritmo que demanda un partido de esas características. El cabezazo de Casadesús a los 95 minutos convirtió una cita de la que se esperaban grandes cosas en una decepción mayúscula.

El calendario le ofreció al Oviedo una oportunidad de resarcirse a la semana y otra vez ante su gente. Esta vez ante el Lega. Entonces, Bolo aplicó un cambio de aires. En parte, por buscar nuevos bríos en los suyos, pero en gran medida también por las bajas coleccionadas durante la semana: hasta 7 futbolistas con los que no pudo contar el entrenador azul.

Por eso, por esa suma de circunstancias, el Oviedo jugó ante el conjunto pepinero con un 4-2-3-1, aunque para defender, Flores, que hacía de media punta, se incrustaba como un delantero más. La movilidad del mexicano le hizo al Oviedo buscar la superioridad en número cuando tenía la posesión del balón. Entonces sí, el equipo de Bolo se hizo con el mando desde el primer momento. No creó un cantidad enorme de ocasión pero sí logró limitar al enemigo y ser mejor que el sobre el campo: el Leganés se fue del Tartiere sin tirar ni una vez entre los tres palos.

Dudas tácticas

Ahora, de cara a Santander, al técnico se le vuelve a abrir el abanico: ¿regresar a los dos delanteros puros con un 4-4-2 que asegure presencia en el área rival o apostar por un segundo punta, como Marcelo Flores, con más movilidad y capacidad de asociarse con los centrocampistas?

Esa es la duda que el técnico debe resolver en las dos sesiones que le quedan antes de viajar a Santander. La primera visita de la temporada, tras dos choques en el Tartiere con un sabor de boca muy diferentes, pondrá a prueba la flexibilidad en los planes de Bolo, que trata de construir un equipo impredecible para los rivales, que sea capaz de sorprender y adaptarse a las circunstancias de cada partido.