Gilsanz pone sobre la mesa sus credenciales para renovar con el Depor
Cogió al equipo en descenso y está a 6 puntos del playoff. El Depor sería tercero en sus 22 partidos. Acaba en junio y ya manifestó su deseo de seguir públicamente; ahora le toca mover ficha al club.


La historia de Gilsanz en el Deportivo va sumando capítulos. El primero se escribió dos días después de la destitución de Imanol Idiakez el pasado 28 de octubre, cuando el club, después de un fallido casting, lo eligió como interino para la vista a Cartagena. El preparador de Betanzos, hasta ese momento entrenador del filial, se estrenó con una espectacular goleada en Cartagonova (1-5) y tres días después se anunciaba de forma oficial que entrenará al Deportivo, pero sólo hasta final de temporada.
Gilsanz tomó las riendas del equipo en la jornada 13ª en descenso (20º), con diez puntos en el casillero y a dos de la salvación. Cinco meses después, el técnico gallego ha ido cargado de argumentos su renovación. El equipo ha pasado de ocupar puesto de descenso a situarse a seis puntos del playoff a ocho jornadas del final. El rendimiento es todavía más espectacular analizando ‘su Liga’. En las 22 jornadas que se ha sentado en el banquillo el Deportivo sería el tercer clasificado en solitario con 38 puntos, sólo superado por Levante (41) y Elche (45).
Más avales
A este rendimiento objetivo de su etapa, se añaden otros factores que deberían operar en su favor. Uno es su condición de hombre de la casa, de ser un conocedor de la cantera. En sus siete años en el club ha entrenado al Laracha (equipo asociado), Juvenil A y Fabril, lo que le dota de un perfecto conocimiento de los jugadores de Abegondo, el pilar sobre el que se sustenta el proyecto de Abanca con el Deportivo.
Tampoco es menor otra condición que adorna su currículo: su impronta ganadora. Su primer gran éxito llegó en 2021, en el que el Juvenil se proclamó campeón de España con el plus añadido de superar al Real Madrid en semifinales y al Barcelona en la final. El premio extra a esta gesta fue la clasificación para la Youth League que desató la locura en A Coruña con un Riazor que batió récords europeos. La disfrutó en el banquillo Manuel Pablo, ya que Gilsanz subió el penúltimo escalón para hacerse cargo del Fabril, al que ascendió a Segunda RFEF en 2023.
Intenciones muy claras de continuar
Otro rasgo que adorna la personalidad del técnico de Betanzos es su moderación. En sus siete años en el club no hay ni una sola polémica, ni una sola declaración fuera de tono, ni siquiera esta temporada cuando el VAR ha fustigado al Deportivo. Por eso llamó tanto la atención la rueda de prensa del pasado viernes antes del partido ante el Cádiz en la que abrió de par en par las puertas a su renovación de forma transparente: “Sabemos en qué equipo estamos, lo que representamos, que el objetivo de este club es volver a Primera. Me encantaría ayudar a cumplir ese objetivo con el Deportivo”.
En esa misma comparecencia, y después de mostrar su ilusión por seguir en el Deportivo, Gilsanz también dio la otra clave sobre su posible continuidad: “El resto ya no depende de mí”. Así es, porque el técnico ya ha dejado muy clara su determinación para seguir en el banquillo la próxima temporada. De igual modo, sus números y el conocimiento del club no pueden ser mejores. Así, el futuro de Gilsanz ya está sobre la mesa. Quedan dos meses de competición, su contrato termina en junio y ahora le toca a Fernando Soriano mover ficha.
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