Setién reclama al Villarreal el doble de lo que hubiera cobrado por entrenar
La clave de la indemnización está en una cláusula en su contrato por despido “improcedente”, de ahí que el club trate de demostrar que fue “procedente”.
El despido de Setién como entrenador del Villarreal ha vuelto a la palestra a raíz de una entrevista que concedió el cántabro a El Larguero de la Cadena SER, unas reflexiones que encontraron la respuesta del presidente Fernando Roig en DAZN en la previa del Villarreal-Barcelona. Un juez determinará si el despido de Quique Setién como entrenador del Villarreal fue “procedente” o “improcedente”. He aquí el entuerto. El término es clave para que la indemnización sea una (el salario que el entrenador habría percibido en caso de seguir en el banquillo hasta final de temporada) u otra (el doble de su salario, que es lo que según el club reclamó el cántabro cuando su abogado negoció el finiquito).
El Villarreal anunció el despedido de Quique Setién el 5 de septiembre de 2023. La decisión la tomó el club tras tres derrotas en las cuatro primeras jornadas de Liga y por un acumulado de circunstancias controvertidas que se remontaban desde el mismo día en el que llegó Setién a La Cerámica (25 octubre de 2022). El Villarreal tiró de tópicos y en su comunicado de despedida agradeciendo al entrenador “su gran profesionalidad y compromiso”. Como sucede en estos casos, los abogados del club y del entrenador se sentaron a negociar el finiquito y ahí surgió la controversia que ha acabado con el caso en los tribunales.
El Villarreal, según fuentes del club, acudió a la cita con intención de abonar lo que a Setién le restaba de contrato (hasta el 30 de junio de 2024), es decir, el salario que hubiera percibido durante la temporada en curso. Sin embargo, el abogado de Setién cifró la indemnización en el doble, argumentando que en el contrato se incluyó una cláusula por la cual si el despido fuera “improcedente”, el finiquito a exigir sería el doble al salario que quedaba pendiente. Ahí se agudizó el divorcio; ahí radica el porqué el Villarreal solicitó a Dani Parejo y Raúl Albiol que acudieran como testigos al juicio celebrado el 15 de julio. Con sus declaraciones y otros argumentos, los abogados del Villarreal tratan de demostrarle al juez que el despido fue “procedente”.
Setién, en la SER, dijo: “El Villarreal defiende que el despido sea procedente, por lo cual aducen una serie de causas por las que me despiden (…) estuvieron allí dos jugadores declarando en el juicio, que fueron allí a decir barbaridades. Raúl Albiol y Dani Parejo estuvieron declarando que hicieron una pretemporada desastrosa, que no entrenábamos, a ver si el juez entendía que era así”. Desde el entorno de los futbolistas se matiza que ellos solo respondieron “sí” o “no” a las preguntas de los abogados.
El vestuario del Villarreal nunca comulgó con el método de Quique Setién. De hecho a las dos semanas se llegó a cuestionar su continuidad, con voces autorizadas del vestuario encabezando las quejas. Setién, de quien se dijo que llegó a confundir los nombres de varios de sus nuevos jugadores, quizás no entendió que no llegaba a un equipo en crisis y de ahí el cambio de entrenador; Setién aterrizó en todo lo contrario, en un equipo que iba como un tiro y precisamente por eso el Aston Villa pagó la cláusula de Unai Emery. Inclusive La Cerámica le cantó “¡Quique, vete ya!” a los 10 días de llegar.
A Setién le respaldó la cúpula del club, con el consejero delegado Roig Negueroles en primera fila de defensa. El Villarreal, en ese instante, asumía que el terremoto que generó la marcha de Unai Emery al Aston Villa tuviera réplicas y a favor de Setién jugó que el parón por el Mundial de Qatar estuviera a la vuelta de la esquina, lo que se veía como un tiempo para que el cántabro recuperara el pulso perdido a los banquillos tras tiempo alejado de ellos. Eso sí, el club le nutrió de personal propio para potenciar su cuerpo técnico, dado que cuando llegó lo hizo solo con un segundo (Ramiro Amarelle, que venía del fútbol sala) y un preparador físico (Fran Soto). La plantilla del Villarreal, que venía de ser campeona de la Europa League y semifinalista de Champions League, estaba acostumbrada a ver en cada entrenamiento a la veintena de ayudantes de Unai.
Está pendiente el juicio porque él tiene un punto de vista totalmente diferente al nuestro”
Los argumentos de la defensa del Villarreal para calificar el despido como “procedente” se remiten principalmente a la pretemporada del verano de 2023. Es ahí donde sus testigos inciden en que los resultados fueron causa de la preparación física y táctica de los encuentros. El Villarreal cosechó en verano derrotas ante el St. Gallen (6-1) y Newcastle (4-0), mientras que en Liga hasta el despido de Setién solo ganó 0-1 al Mallorca, mientras que perdió contra el Betis (1-2), Barcelona (3-4) y Cádiz (3-1). Precisamente tras esta derrota y antes de que se tomara la decisión de destituirle, Setién había planificado tres días libres, que coincidían con un partido de los veteranos de la Selección en Santander en el que él iba a participar (acabó suspendiéndose). La defensa de Setién, por su parte, argumenta que ese método de trabajo que se pone en cuestión era el mismo que llevó al equipo a puestos europeos (acabó 5º en la temporada 2022/23).
Su finiquito también generó controversia con el Barcelona
“Está pendiente el juicio porque él tiene un punto de vista totalmente diferente al nuestro”, remarcó el presidente Fernando Roig el pasado domingo en DAZN. “Pero yo haría una reflexión: ¿cuántos entrenadores han pasado por el Villarreal y cuántos han tenido problemas con el Villarreal? ¿y cuántos clubes han tenido problemas con Quique y cuáles son? Hay que ponerlo todo en una balanza y que el juez lo dictamine”, sentenció, recordando Roig que Setién también tuvo sus discrepancias respecto al finiquito tras su salida del Barcelona.
El propio Setién lo relató así en la SER: “Yo les concedí (al Barcelona) unos plazos cuando llegó Laporta, hablamos, y es verdad que esperaron hasta cinco días antes del juicio y cinco días antes me llamaron y yo les dije que les podía dar unos plazos, que no me importaba. Querían que les perdonara dinero, pero no lo hice evidentemente”. Con el Villarreal no se ha llegado a ningún tipo de acuerdo, de ahí que el caso esté en manos de un juez, que dictaminará si el despido fue o no “procedente”, clave para la indemnización.
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