NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Sergio Asenjo y la felicidad de sentirse querido en casa

Con una sonrisa de oreja a oreja, el canterano fue presentado de nuevo como jugador del Real Valladolid.

Actualizado a
Sergio Asenjo y la felicidad de sentirse querido en casa
Real Valladolid

Sergio Asenjo es un hombre feliz; así se ha mostrado en estos primeros días desde que ha vuelto al Real Valladolid. No iba a ser menos en la presentación como blanquivioleta, llevada a cabo en la mañana de este miércoles, en la que demostró sus “ganas e ilusión”, las que tuvo “desde el primer día” que se reunió con Fran Sánchez en Palencia, como explicó el director deportivo. Así lo corroboró el arquero: “Hace un mes y medio me comunicó mi agente el interés formal y veía la oferta con un cariño especial respecto a las otras. Comentándolo con mi familia, llegamos a la conclusión de que lo mejor era volver a casa y ser feliz, sentirme querido tras un año complicado”.

Tanto es así que rechazó “propuestas económicas mayores” que la blanquivioleta, desveló Sánchez, para poder aportar sus valores y experiencia al equipo en el que eclosionó deportivamente. Ahora bien; pese al gran recibimiento que ha tenido, no se ve jugando por carrera. “En mi carrera nadie me ha asegurado jugar y aquí tampoco. Tuve una conversación con el míster antes de firmar y me prometió respeto. Aquí todo se gana en los entrenamientos y con el rendimiento cuando te toca jugar. Va a haber una competencia muy reñida, pero sana”, aseveró el palentino.

De hecho, Asenjo se autoimpone “exigencia desde el minuto uno”, intentar “que se vea la mejor versión” de él, pese a que recalcó varias veces la importancia del grupo. Tanto es así que considera que llega “en un gran momento de forma y personal”, después de no tener “ningún tipo de problema” con las lesiones desde hace “cinco o seis años”. “Si no me viera capacitado, no estaría aquí. Cuando estuve hizo dos años buenos y tenía un prestigio ganado con la afición del Real Valladolid, y no quiero perderlo. Vengo con la ilusión de un niño a competir por un puesto”, incidió.

No en vano, sabe del recuerdo que dejaron paradas antológicas como aquella que valió una salvación en el Benito Villamarín ante el Real Betis y es consciente de lo aplaudido de su fichaje. Aunque se encontraba de vacaciones, intentando aislarse “y descansar después de un año intenso”, el hecho de tener familiares y amigos en Pucela hizo que le llegaran esos ecos. Y los agradece. “Todo te llega y te agrada que en tu casa quieran tu vuelta. Quiere decir que hice las cosas bien en el pasado”, dijo tras bromear con aquella época en la que Mendilibar le impedía hablar con los medios.

En todo este tiempo no ha dejado de seguir al Real Valladolid, puesto que, a su juicio, “no hay que olvidar de dónde vienes”; de ahí que estuviera al tanto, siempre que podía, viendo los partidos, y cuando no, a través de su padre. Es por eso que conoce la “propuesta alegre del míster”, de tener la iniciativa “e ir a buscar al rival”, aunque, concienciado, como Pacheta, reconoció saber que habrá fases donde cueste más plasmar esa intención. No obstante, para concluir, fue claro sobre lo que está viendo en las primeras sesiones de trabajo: “El ritmo de entrenamientos es altísimo, más competitivo. No estoy muy acostumbrado. Estoy intentando integrarme lo antes posible”.