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CASO VINICIUS

Ibarra: “Alegar que los gritos racistas duran segundos es una barbaridad”

El presidente del Movimiento contra la Intolerancia valora en AS los ataques racistas a Vinicius y exige sanciones. “Hay total impunidad”, asegura.

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Real Madrid's Brazilian forward Vinicius Junior reacts during the Spanish league football match between Valencia CF and Real Madrid CF at the Mestalla stadium in Valencia on May 21, 2023. (Photo by JOSE JORDAN / AFP)
JOSE JORDANAFP

Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, es una de las personas más sensibilizadas con la lacra racista que asola al fútbol español. La asociación que preside ha elevado distintas denuncias y se ha personado en diferentes casos de insultos racistas. Ibarra reclama el fin de la impunidad y habla de un “escándalo monumental”.

-¿Cómo valora el triste episodio del que fue víctima Vinicius en Mestalla?

-Esto es todo una reiteración. Vinicius es una persona y jugador que está siendo víctima del racismo de manera persistente a través del tiempo. Nadie ha podido soportar incluso diez denuncias que se han realizado para este tipo de insultos y comportamientos. Esto es la ineficiencia de la aplicación de la legislación que tenemos para protegernos de conductas racistas por parte de las instituciones. Se debería sancionar con rigor y a fondo y ver todas las responsabilidades, no solo de los espectadores, sino también de los organizadores de los encuentros porque no es normal la masa de gente que había detrás de la portería insultando a Vinicius.

-¿El racismo es un problema del fútbol o de la sociedad?

-El derecho al insulto no existe. El insulto racista es un delito, solo hay que ver el artículo donde se protege la dignidad de las personas. Aquí tiene que intervenir la Fiscalía seriamente porque está quitando importancia a este tipo de sucesos porque estos eventos se producen en el fútbol. El fútbol tiene vasos comunicantes con la sociedad y si dentro del fútbol hay comportamientos racistas eso se proyecta en la sociedad. Y detrás de estos comportamientos racistas, muchas veces nos hemos encontramos con la presencia de grupos ultras disfrazados, porque son ellos los que minimizan y tiran hacia delante a determinados sectores de la afición y se debe investigar. Aquí hemos llegado con una situación de indolencia institucional e impunidad total.

-¿Cuánto de importante tiene la presencia de los ultras en este tipo de hechos?

-Yo advertí de la presencia de los ultras en los campos de fútbol y que se deberían haber adoptado medidas cautelares. Si sabes que van a empezar los insultos nada más bajar del autobús, luego en el campo y a la salida, ¿por qué no pones una cámara e identificas a los que insultan y los haces responsables? El problema es la impunidad. Y si luego llega una institución como la Fiscalía y te dice ‘no es para tanto’. ¡Como qué no es para tanto! El Código Penal dice que eso es un hecho delictivo. Muchos clubes están permitiendo la presencia de los ultras disfrazados en sus gradas y así vienen los problemas. Los clubes tienen que no decidir echar a uno, sino a los grupos que animan y estimulan todo esto. En el momento que hubiera una colaboración entre clubes, Fiscalía e institución, la cosa hubiera ya cambiado.

-¿Qué le parece el comunicado de Vinicius en el que tilda a España como un país racista?

-Ese mensaje hace daño, mucho daño. España no es un país racista ni en el fútbol ni en su sociedad, pero sí hay conductas racistas y en el caso del fútbol son graves y reiteradas porque han sido ya muchos jugadores. Ahora es lo que digan los clubes, LaLiga, la Comisión Estatal Antiviolencia y el Consejo Superior de Deportes (CSD) y ya está. El observatorio no está siendo convocado y por eso hemos firmado una carta junto a la AFE para que nos convoquen porque esto no es normal. Parece que molesta que se observe.

-¿Qué consecuencias puede tener el caso?

-Se ha pronunciado hasta el presidente de Brasil. El escándalo es monumental, por eso ha dado el paso la Fiscalía. Ahora mismo hay tres denuncias: la del Madrid, la conjunta que hacemos el Movimiento contra la Intolerancia con AFE y por otro lado la de la Fiscalía de Valencia. En este caso no se debería demorar la resolución, pero la otra vez denunciamos en octubre y respondieron en diciembre... Creo que habrá sanciones administrativas por un lado y penales por otro. Debe haberlas.

-La Fiscalía de Madrid archivó en su momento la denuncia por los gritos racistas contra Vinicius en el derbi del Metropolitano. Usted fue mu crítico con esta decisión.

-Lo archivaron porque decían que no podían identificar a los autores de los gritos, pues ahí tiene que colaborar el club, la policía ir más a fondo, la empresa de seguridad... Todos tienen que colaborar y en el momento que se identifican a diez, quince, veinte o los que sean ya se les quitarán las ganas a todos los demás. La alegación de que dichos insultos “duraron unos segundos” es una barbaridad. Un delito se comete en unos segundos. Hay un punto que dice que fue en el contexto de “competitividad máxima”. Es como decir que estos dos sujetos que se pegan en la calle eran competitivos y trabajaban bien en sus profesiones, ¿y qué? Yo me quedé escandalizado con que se archivase el caso.

-Hasta ahora ninguna de las denuncias interpuestas por los gritos contra Vinicius ha tenido resolución condenatoria. ¿Qué significa esto para usted?

-Ninguna ha tenido sanción ni deportiva ni penal. Hay total impunidad. Las instituciones no reaccionan adecuadamente ante el problema. Ancelotti llevaba razón. El fútbol español tiene un problema con las conductas, pero yo le añado la palabra racistas, porque no se puede decir que todo el fútbol español es racista. El fútbol español tiene un problema con las conductas racistas y añado que están fundamentalmente protagonizadas, animadas y dinamizadas por los grupos ultras en el fútbol.

-¿Cuál es el arco sancionador?

-Las administrativas corresponden a la Comisión y las penales a un juzgado. Aquí hay hechos penales como los insultos y otro tipo de hechos dónde hay que ver si se adoptaron las medidas adecuadas para esos comportamientos. Esto no fue cosa de un loco, sino de cientos...