Grbic, de nuevo ante su futuro
El portero croata jugó los 90 minutos ante la Juventus y cierra la pretemporada con la incógnita de saber si se quedará o volverá a salir cedido. Quiere jugar para poder ir al Mundial.
Ivo Grbic (Split, 1996) disputó el pasado domingo su primer encuentro como titular de la pretemporada. Fue una de las sorpresas del día, tras la lesión a última hora de Oblak (que no viajó aquejado de unas molestias en la espalda) y completó el partido entero, demostrando fiabilidad en las escasas intervenciones que tuvo. El croata jugó, con el de ayer, su tercer partido de los cuatro que ha disputado el equipo en esta preparación veraniega. En Numancia el Cholo le reservó 45 minutos y en Cádiz 30′. Solo se quedó sin participar en Oslo ante el Manchester United, donde, extrañamente, tras vestirse de corto, el cuerpo técnico desestimó su entrada al campo.
En estos tres encuentros el de Split tan solo ha encajado un tanto, y se ha mostrado, ante todo, seguro. Si bien es cierto que el buen juego de los rojiblancos ha dejado sin apenas protagonismo tanto a él como a Oblak, las situaciones en las que ha tenido que aparecer las ha resuelto sin ningún tipo de apuro. El pasado verano ya completó una pretemporada más que notable. Con un Atleti en cuadro y repleto de canteranos tras la Eurocopa, su rendimiento fue, de hecho, más llamativo. Se vio obligado a actuar con mayor frecuencia y demostró las virtudes que le habían llevado a firmar por el club el verano anterior: reflejos y sobriedad. En esa tesitura, Grbic decidió que lo mejor era salir para seguir creciendo. Venía de un año prácticamente en blanco como sustituto de Oblak (solo jugó un partido de Copa, ante el Cardassar) y optó por marcharse cedido al Lille, por aquel momento, vigente campeón de la Ligue 1.
Quiere jugar
En Francia, sin embargo, la experiencia no fue como esperaba. Pese a hacerse con la titularidad al poco de llegar (jugó desde la jornada 3 hasta la 23), una lesión en el hombro y un tramo final de curso algo irregular chafaron su erasmus particular y le han devuelto este verano al Atleti en una situación muy similar a la que dejó cuando se fue. Grbic sabe que, con el esloveno por delante, tiene imposible disfrutar de minutos. “He aprendido mucho de Oblak, pero necesito jugar”, comentó antes de irse. A sus 26 años se encuentra en un momento vital de su carrera. Con el Mundial en la recámara, siente que debe buscar un destino en el que poder explotar y es consciente de que en el Atleti, si no ocurre nada raro, no lo va a poder hacer.
Pese a ello, todo dependerá de la capacidad de la dirección deportiva para hacerse con un sustituto. El perfil que se está buscando es el de un guardameta veterano, del estilo de Lecomte. Gomís e Iturbe son muy jóvenes y el club no quiere frenar la progresión de ninguno de ellos colocándoles a la sombra de Jan. No obstante, si no se consigue traer a nadie, el croata deberá quedarse, asumir su rol y estar preparado para cuando el Cholo le necesite. Capacidad tiene y lo ha demostrado.