Futbolistas que quieren jugar en el Real Valladolid
Con un mercado de fichajes tan parado para todos los equipos, cada incorporación del Pucela se celebra de forma mayúscula. Son días complicados de muchas reuniones, de muchas llamadas de teléfono, de muchos viajes y de tocar en muchas puertas. Después de una temporada exitosa en lo deportivo y en lo económico, llega el momento de la dirección deportiva del Real Valladolid de acometer un mercado de verano con muy poco movimiento y que se antoja va ser difícil para todos los equipos.
Me parecen un gran acierto las dos únicas incorporaciones que se han efectuado hasta el momento, Monchu e Iván Sánchez, el primero tenía una cláusula de compra obligatoria al final de la presente temporada y el segundo ha hecho un esfuerzo económico en el plano personal y se renegociaron muy bien las condiciones con el Birmingham City para su vuelta a Zorrilla. Futbolistas que jugaron la segunda parte de la temporada con el Pucela y siendo importantes en la parte decisiva de la Liga Smartbank para lograr el ascenso a Primera División. Jugadores claves para el sistema de juego de Pacheta y que creen en el proyecto del club en su retorno a la categoría de oro del fútbol español. Sumaré también como “fichaje” a Sergio León, cuyo contrato se renovaba automáticamente por dos temporadas al lograr el ascenso a Primera. La mejor pareja de baile de Shon Weissman durante gran parte de la temporada, que sorprendió a muchos con su rendimiento y compromiso con el Real Valladolid.
Para todas aquellas negociaciones donde haya que competir con otros equipos por el fichaje o la cesión de un futbolista, el Pucela cuenta con el ¨Factor Ronaldo¨, debe ser igual de letal, en los despachos, que lo era cuando encaraba la portería rival en su etapa de jugador de élite. Una llamada telefónica de Ronaldo Nazario puede ser determinante para convencer a un futbolista que tenga otras ofertas iguales o mejores que la del equipo blanquivioleta. Tener a un astro mundial del fútbol como presidente, también, debe servir también para este tipo de operaciones, cuando la dirección deportiva del club se encuentre con un obstáculo insalvable en este complicado mercado de fichajes.
Respecto a las renovaciones y las bajas que está efectuando el club, me da mucha pena el caso de Nacho Martínez, que tras cinco temporadas defendiendo la camiseta del Real Valladolid abandona el club tras su mejor temporada. El mundo del fútbol muchas veces es cruel e injusto, precisamente por este tipo de decisiones. Fueron mucho más entendibles la no renovaciones de Kiko Olivas y Pablo Hervías, debido a los problemas que tuvieron ambos con las lesiones en su última etapa; pero Nacho fue básico y fundamental en esta última temporada para que el Pucela lograra el deseado ascenso a Primera División. Lo entiendo menos cuando el futbolista que suena para venir es el vallisoletano Sergio Escudero, tras una temporada muy gris en el Granada, donde solo fue titular en 16 partidos de Liga y yo me hago esta pregunta, ¿Es mejor el actual Sergio Escudero con 32 años que el actual Nacho Martínez con 33 años?¿No hubiera sido más lógico renovar a Nacho aunque solo fuera por una temporada más? Pienso que se lo había ganado en el campo y contaba con el cariño de la afición del Pucela, pero nos guste o no, así es el mundo del fútbol.
Me alegra mucho la renovación de Jordi Masip por dos temporadas más y aquí sí se ha sido justo con un jugador que perdió la titularidad la pasada campaña en detrimento de Roberto, y luchó en los entrenamientos hasta recuperar con justicia de nuevo la portería del Real Valladolid. Cuando no jugó no tuvo ni una sola mala palabra, ni una mala cara y sí un apoyo total hacía el compañero que estaba jugando en ese momento y sobre todo al equipo. Un ejemplo de comportamiento intachable dentro del vestuario y referente para compañeros más jóvenes. Futbolistas que quieren jugar en el Real Valladolid, que les ilusiona este maravilloso proyecto del club en Primera División y que para ello deben contar con el impulso de su mejor jugador, la afición del Pucela.