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ATLÉTICO DE MADRID

El reto de Saúl

El ilicitano regresa al Atleti con ganas de reivindicarse, pero con la incertidumbre de no saber cuál será su rol en el equipo. El ‘overbooking’ en el medio y la irrupción de Reinildo le perjudican.

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El ilicitano regresa al Atleti con ganas de reivindicarse, pero con la incertidumbre de no saber cuál será su rol en el equipo.
NurPhotoNurPhoto via Getty Images

Saúl Ñíguez ha vuelto hoy al punto de partida en el que se encontraba hace un año. El canterano atlético decidió abandonar el pasado verano la disciplina rojiblanca en busca de minutos en el mediocentro, pero la experiencia no ha sido la que esperaba. Afrontaba un desafío complicado y el internacional español lo sabía: “Voy al campeón de Europa, sé que hay mucha competencia, pero quiero, al menos, entrenar en mi posición”, comentó entonces. Con Simeone, antes de irse, ya había disputado tres partidos (dos de ellos como titular), pero el ilicitano no se sentía cómodo en el lateral izquierdo, posición a la que se había visto relegado ante la llegada de jugadores como De Paul o Kondogbia en el medio.

Thomas Tuchel le ofrecía en el Chelsea la posibilidad de competir, que no jugar, en el centro del campo y Saúl aceptó el reto. Sin embargo, su adaptación no fue sencilla. No encontró en ningún momento su mejor versión y se vio forzado, en ocasiones, a jugar en ese mismo costado que rehuyó en el Atleti. Al término de la campaña, había disputado apenas 23 partidos, de los cuales solo 12 como titular. Su vuelta estaba clara. El Cholo espera que llegue con ánimo de reivindicarse y cuenta con él. La duda está en el dónde. El centro del campo sigue igual de poblado que hace un año. La salida de Héctor Herrera será compensada con la llegada de Witsel y no parece que Saúl tenga hueco ahí.

A esto hay que sumarle que el espacio que el ilicitano tenía hace 10 meses en el lateral izquierdo no lo tiene ahora. La llegada de Reinildo el pasado 31 de enero ha rellenado un hueco que desde la salida de Filipe Luis en 2019 no se había cubierto. El de Beira (Mozambique) ha completado un primer curso más que notable como rojiblanco y, tanto con defensa de tres como de cuatro, se ha convertido en un fijo para Simeone. Le ha ganado la partida a un Lodi que también es competencia para Saúl y que en la 21-22 disfrutó de minutos, generalmente, cuando jugó de carrilero, con Reinildo más retrasado.

Pese a ello, Saúl sabe que el Atlético es su casa. Simeone considera que puede aportar mucho a la plantilla y en la directiva se le considera un rojiblanco de pro. El propio Cerezo estuvo presente el pasado mes de junio en su boda, donde el canterano colchonero acabó manteado con el himno atlético de fondo. La afición le quiere y en su mano está la posibilidad de reivindicarse. Se ha preparado estas vacaciones para llegar en forma a la pretemporada y el próximo domingo se incorpora a los entrenamientos junto al resto de la plantilla con un nuevo desafío en el horizonte.