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El mercado saudí, desde dentro

Arabia lo “quiere todo”

AS se adentra en el mercado saudí para tratar de conocer, a través de protagonistas, cómo de real es la ‘amenaza’. “Lo quieren todo”.

Yeda (Arabia Saudí)
Ittihad's French forward #09 Karim Benzema (2nd-L) and Nassr's Portuguese forward #07 Cristiano Ronaldo (2nd-R) pose for a picture with officials ahead of the Saudi Pro League football match between Al-Ittihad and Al-Nassr at King Abdullah Sports City Stadium in Jeddah on December 26, 2023. (Photo by AFP)
-AFP

Todo comenzó con Cristiano Ronaldo. Ahora el luso comparte focos con Benzema y no lo hace con Neymar porque su físico ha convertido en transparente su impacto deportivo. Y el goteo de estrellas en Arabia ha sido constante. Laporte, Nacho, Gabri Veiga, Mané, Mahrez, Fabinho, Diaby, Rúben Neves, Malcom, Milinkovic-Savic, Mitrovic, Kessié... También en lo monetario: sexta en gasto (tras el Big-5) desde 2022 con 1.500 millones de euros. Pero no termina, ni terminará, ahí. “Lo quieren todo”. Así de contundente lo afirma a AS un agente que ha cerrado grandes operaciones con la liga saudí. Y que tiene claro que lo seguirá haciendo: “En Europa hay que estar en guardia, porque esto no tiene nada que ver con China. Esta burbuja no va a explotar. Seguirán tocando jugadores... ¡y alguno pica!”.

Sí es cierto que algo ha cambiado. La intención de fichar y fichar sigue latente, pero se está puliendo el cómo. “Donde antes eran contratos de 70 millones de euros al año, ahora son 35 o 40. Todo está más controlado″, expone otro intermediario consultado. Todo neto, eso sí, algo que desiguala la carrera y permite seguir tentando, tanto o más que antes. ¿Por qué más? Porque ahora hay muchos representantes y perfiles algo más periféricos, pero muy cercanos a los futbolistas, que llaman para ofrecer a jugadores. Ya no es solo unidireccional. En Arabia siguen siendo conscientes de que aún no pueden competir de igual a igual, pero entre el infinito músculo económico y el efecto llamada, las reglas de la partida han evolucionado.

El arquitecto

En esa profesionalización de los cimientos hay una figura clave. Y particular. Michael Emenalo, un ex de Chelsea o Mónaco que ahora hace las veces de director deportivo. No como Ramón Planes o Esteve Calzada, al frente de la secretaría técnica de Al Ittihad y Al Hilal, los gigantes saudíes que atrajeron a Benzema y Neymar a la península arábiga. Emenalo no es director deportivo de un club, sino de toda la liga saudí. Por su juicio pasan todas las operaciones. Son los clubes, especialmente los cuatro bajo el paraguas del PIF, el fondo de inversión que convierte a Al-Hilal, Al-Ittihad, Al-Nassr y Al-Ahli en ‘clubes estado’ (el gobierno posee el 75% de la propiedad de los mismos y ello dispara su presupuesto), quienes identifican qué y a quién necesitan. Pero el directivo nigeriano (exlateral izquierdo, jugó el Mundial del 94 con las águilas), apoyado por el equipo que le rodea, es el filtro.

De Gabri Veiga a Laporte

No quiere decir que la figura estatal haya desaparecido de las operaciones. Ni mucho menos. De hecho, en ocasiones son representantes del PIF quienes contactan a los jugadores o a sus entornos. “El gobierno no sale en la foto, pero está en todo lo demás”, afirman. Un trabajo entre bambalinas que, eso sí, es menor a lo anterior. Hay menos intervencionismo. Así como, aunque el gran sueño sea atraer a grandes estrellas (”vamos a esperar y a ver qué pasa con Vinicius”, reconoció Omar Mughrabel, CEO de la SPL, en AS), se ha producido en viraje importante en el tipo de futbolista que se busca. Más ‘perfiles Gabri Veiga’. Jóvenes con potencial para desarrollar la base y construir proyectos a mayor plazo. Y abrir también la posibilidad de no solo ser importadores de estrellas, también exportadores. “Lo quieren todo”, aseguran.

Arabia lo “quiere todo”

Con este último punto se ha topado, de hecho, el Real Madrid. Ancelotti, como informó AS, hubiera estado encantado de hacerse con el internacional español. Sin embargo, desde el Al Nassr no estaban dispuestos a desprenderse de él si no hay había desembolso blanco. Una muestra de fuerza apoyada, eso sí, en el potente salario que percibe el ex del City, algo por encima de los 20 millones de euros anuales. Aunque el futbolista hubiera aceptado reducir considerablemente esa ficha por vestir de blanco.

Saudi Vision y el Mundial

En todos estos aspectos, la confianza que hay en Emenalo y su equipo como arquitectos del futuro es total. En materia de fichajes y también en cuanto a desarrollo. Se están creando urbanizaciones y núcleos de población, además de mantener la inversión en estructuras de clubes. Todo con el foco claro en Saudi Vision 2030. En Arabia, Mohamed bin Salmán, el príncipe heredero, dio el pistoletazo de salida a ese proyecto.

La intención, reducir la independencia económica del petróleo que hay en el país, y, explican, desarrollar los sectores de la sociedad para occidentalizar el contexto. Así lo detallan en Arabia Saudí, mientras que en Europa se habla más de sportwashing, una táctica para tratar de mejorar su reputación a través del deporte. Y, sobre todo, con el fútbol. En el cenital, el Mundial 2034. Otro actor acostumbrado a tratar con las operaciones avisa: “Si han llegado a Cristiano y Benzema en dos años, imagina lo que pueden hacer en diez...”.

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