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REAL VALLADOLID 0 - GETAFE 0

Aprobados y suspensos del Pucela: El descenso de los ‘casis’

El Real Valladolid fue incapaz de disparar entre los tres palos y miró demasiado a otros campos cuando debía ganar.

El Real Valladolid no pudo ganar el partido ante el Getafe y vuelve un año después a Segunda División. Segundo descenso en tres años de los blanquivioletas.
PHOTOGENIC

El Real Valladolid casi se salva. Dependía de sí mismo para hacerlo y fue incapaz de ganar; no solo eso: ni tiró entre los tres palos. Casi lo hace, tuvo varias aproximaciones con marchamo peligroso, que casi se pueden llamar ocasiones. Como no las materializaba, y dominaba, pero casi sin hacer daño al Getafe, tuvo que mirar a Cornellá por el rabillo del ojo. Y casi le sale; por momentos estuvo salvado. Casi pone un centro al final cuando Masip había subido a rematar y así, entre casi y casi, uno podría escribir bastantes líneas más. La ‘teoría de casi’ está hecha, sin embargo, para aquellos que ponen paños calientes a los malos resultados, como los que han terminado derivando en un descenso triste en un Zorrilla casi lleno.

Masip: Fue un espectador más hasta que Mata, con un buen testarazo, le convirtió en salvador. El culmen del desastre fue que subió en dos ocasiones al final y el equipo no pudo ni colgar el balón al área.

Luis Pérez: Fue la sorpresa del once. Profundizó a menudo, aunque al equipo le costó encontrarle. Tampoco estuvo muy florido cuando le cayó el balón.

Javi Sánchez: Recibió un golpe en los compases iniciales y tuvo que ser sustituido alrededor del cuarto de hora de juego, otra vez, con molestias físicas.

El Yamiq: Ganó duelos, sobre todo por arriba, y tuvo mucha presencia con el balón. Erró en unos cuantos envíos en largo, a veces, por precipitación. Terminó de palomero.

Olaza: Bastante escaso, tímido y timorato. Las atenciones sobre Machis debieron llevarle a subir más. No manchó, pero tampoco limpió.

Roque Mesa: Vino a recoger el balón a los dominios de Masip. Se intentó erigir en el líder necesario con balón, aunque no estuvo fino. Cometió unas cuantas pérdidas y se vio incapaz ante un mediocentro duro como el rival.

Aguado: Muy participativo. Intentó romper lo pastoso del mediocampo. A la hora de juego intentó sorprender con una falta lateral. De hecho, disparó tres veces en las que quizá fueron las intentonas más claras.

Kike Pérez: Demasiado precipitado en algunas entregas. Adelantó su posición en el segundo periodo para colocarse por momentos casi como un ‘falso nueve’. Sacrificado para poner un segundo punta.

Plata: Dio la sensación de que el equipo debía buscarle un poco más en la primera parte para generar. Lo intentó todo; completó ocho regates, y tuvo el gol en un disparo exterior en el 90′.

Machis: El Getafe dobló lateral para frenar sus acometidas y le salió bien, porque no estuvo nada afortunado. No llegó bien a este tramo final.

Larin: Salió de zona para pivotar y huir de los tres centrales del rival. Tuvo un testarazo a la hora de juego que se perdió por poco. Ay si se le hubiera buscado un poco más...

También jugaron en el conjunto de Paulo Pezzolano:

Torres: Jugó con mucha personalidad en un partido de tensión, aunque no llegara demasiado el Getafe. Definitivamente, está para lo que venga.

Lucas Rosa: Valiente, intentó aparecer en el último tercio, aunque no estuvo bien en los centros.

Sergio León: Brega sí, pero poco más. Intentó una media chilena en una jugada en lo que lo más acertado habría sido dejarla de cara.

Kenedy: La ‘teoría del casi’ está escrita para jugadores como él: a medio caballo de todos lados, y de ninguno a la vez.