Lío con Alexander-Arnold

Al igual que Gareth Southgate, Trent Alexander-Arnold también ha sido objeto de críticas en este inicio de temporada. El lateral ha participado en un gol del Liverpool esta campaña, pero se cuestiona su rendimiento defensivo. Su eficiencia. Por lo pronto, el scouser se ha quedado fuera de la convocatoria del partido de la Nations League del lunes por la noche frente a Alemania. Solo ha disputado un partido con Inglaterra en 2022. El otro día, en Italia, estuvo en el banquillo pero ni siquiera entró.

Sin nada en juego, y con el descenso a la Liga B de la Nations League ya garantizado, el encuentro en Wembley frente a los teutones se presenta como la última oportunidad de ganarse un puesto para algunos de los futbolistas que no han terminado de convencer esta temporada. Es el último antes de iniciar su participación en la Copa del Mundo frente a Irán, Estados Unidos y Gales. Fikayo Tomori, Jarrod Bowen y James Ward-Prowse también se caen de la convocatoria. Al igual que Jack Grealish, aunque el jugador del Manchester City lo hace por suspensión. Quien sí estará en Wembley es Ivan Toney. El delantero del Brentford impresionó en su campaña de debut en la Premier League, y este curso ya suma cinco goles y dos asistencias.

Futuro en el aire

67 días después de lograr el trabajo de sus sueños, como así lo describió él mismo, Sam Allardyce tuvo que dimitir de su cargo. Una investigación del Daily Telegraph destapó que el técnico había utilizado su posición en la federación para aconsejar cómo obviar normas y regulaciones a la hora de traspasar jugadores. Gareth Southgate tomó el relevo, primero como interino. De forma permanente posteriormente. Llegaba una nueva manera de entender el juego, una nueva filosofía. La influencia de los entrenadores exitosos del continente ya dejaba verse en la Premier League, con la llegada de Southgate, también en el combinado nacional inglés. Los Three Lions han experimentado una renovación durante estos seis años. Atrás quedaba la generación dorada, la de los Lampard, Gerrard, Rooney y compañía. Sin éxitos.

Las alegrías regresaron recientemente, ya con Southgate en el cargo. En Rusia, en 2018, Inglaterra regresaba a la semifinal de un Mundial 52 años después. Y el pasado verano disputó la primera final de una Eurocopa en la historia del combinado. Una tarde de ensueño en Londres terminó en pesadilla. Por el triunfo final de Italia, y por la imagen que los aficionados locales ofrecieron al mundo entero.

Criticado

Siguen las críticas, y siguen los rumores. Aunque esta vez es el propio seleccionador quien las recibe. Southgate sigue empeñado en contar con Harry Maguire, pese a que el capitán del Manchester United haya perdido su puesto en su propio club y cuente con menos ritmo. Tampoco han acompañado el juego ni algunos de los resultados en la Nations League. Son cinco partidos sin lograr la victoria, el peor registro de Inglaterra desde 2014. A dos meses de la Copa del Mundo, Southgate sabe bien que su futuro depende de lo que suceda en Qatar, aunque su contrato termine en diciembre de 2024.

“No soy estúpido”, dijo en la rueda de prensa del domingo. “En lo único en lo que me centro en este momento es en el partido frente a Alemania, y luego en tener una buena actuación y un buen resultado. Sé que, al final, se me juzgará por lo que pase en el Mundial. Los contratos son irrelevantes en el fútbol, porque un entrenador puede tener tres, cuatro o cinco años de contrato, pero aceptas que si los resultados no son buenos lo mejor es dejar el puesto. Conmigo no será diferente, no soy tan arrogante como para pensar que mi contrato me protegerá de alguna manera”.