Neymar, líder insustancial

Se machacó día y noche con un fisioterapeuta, acortó sus plazos de recuperación e hizo lo imposible para ganar el Mundial. Neymar Jr llegará a la Copa del Mundo de 2026, si finalmente no renuncia a la selección, algo que dejó en el aire en zona mixta este viernes, con 34 años. En Qatar, el crack del PSG no ha podido confirmar su extraordinario inicio de temporada en París, disputando tres de los cinco partidos de Brasil y dejando un sabor agridulce a los aficionados.

A pesar de haber igualado a Pelé como máximo goleador histórico de la canarinha, con 77 tantos, después de un eslalon maravilloso para adelantar a su equipo en la prórroga, Neymar se va del Mundial deprimido, abatido, hundido, sin haber podido darle, todavía, un gran título a la pentacampeona del mundo. Desde que debutara en agosto de 2010 contra Estados Unidos, el astro brasileño se ha sumergido en un cúmulo de infortunios, el último ante Croacia en los cuartos del presente Mundial. El brasileño padece una situación similar a la que Messi vivió, precisamente, hasta los 34 años, cuando se desquitó con la Copa América, y no es otra que la falta de un gran título en decore su presencia con la selección.

En 2014 no estuvo en el ‘Mineirazo’ contra Alemania (7-1) por una lesión ante Colombia, en 2018 se topó con un inmenso Courtois en Brasil y, en 2022, su gol no fue suficiente para doblegar a Croacia en los cuartos, que se llevó una tanda de penaltis agónica. Si los Mundiales son su talón de Aquiles, la Copa América también. El exjugador del Barcelona no sabe lo que es ganarla y en 2016, para más inri, renunció a los Juegos Olímpicos, esos en los que se alzó con el oro ante Alemania, para no ir a la Copa América que se acabó llevando Chile. En 2021, en la final, cuando más cerca la ha tenido, Messi y Argentina le truncaron la fiesta en un partido trepidante.

“Todavía tengo la cabeza caliente y no pienso con claridad. Decir que este es el final en la selección sería precipitarse. Pero tampoco garantizo nada. Tengo que pensar en lo mejor para mí, pero también en lo mejor para la selección. Tampoco puedo garantizar estar en el próximo Mundial”, reconocía, abatido por la eliminación, en zona mixta. El sucesor de Pelé en Brasil, el que debía coger su legado, el que tenía que liderar a una generación extraordinaria, todavía no ha podido confirmar su infatigable talento.

La tanda de penaltis fue otro jarro de agua fría para Neymar. Tite confirmó, instantes después de consumarse la eliminación de Brasil, que había decidido que lanzara la quinta pena máxima porque consideraba que era la más decisiva de toda la lotería. Ni siquiera se llegó al quinto lanzamiento. El fallo de Marquinhos, estrellando su disparo en el poste, provocó que Croacia se llevara la tanda por 4-2. Neymar no pudo lanzar el suyo y se derrumbó, entre lágrimas, en el césped del Education City. Una tarde aciaga que añade otro episodio irregular a una carrera con más sombras que luces en Brasil.