De Miguel vuelve al rescate

Jesús De Miguel volvió a aparecer cuando más hacía falta para que el Tenerife vuelva a ganar ante un Zamora que se lo puso muy difícil, a pesar de jugar con uno menos gran parte del encuentro.

La ausencia de Aitor Sanz fue la principal novedad del once de Cervera por culpa de una sobrecarga muscular. Calavera fue quien ocupó su lugar. En el equipo de Sabas, Merchán y Mario fueron las variantes con respecto al equipo que goleó la semana pasada al Mérida.

El partido empezó vibrante con ambos equipos buscando marcar pronto. No supo hacerlo el cuadro visitante al minuto y en la siguiente acción Enric se quedó mano a mano con el portero y cuando iba a disparar sintió un empujón. Los blanquiazules pidieron revisar la jugada y el colegiado pitó penalti y expulsó a Athuman. Sin embargo, Fermín detuvo el lanzamiento del propio Enric.

El delantero cerca estuvo de resarcirse, pero no acertó a un buen centro de David desde la derecha (9′). Luismi entró para recomponer a su defensa y agazaparse bien dejándole todo el peso ofensivo a Eslava. Pese al dominio insular, los rojiblancos (esta vez de negro), no pasaban demasiados apuros. En una de las aproximaciones, acertó Enric, pero en fuera de juego (25′).

El Tenerife estaba demasiado precipitado, sin precisión ante un rival muy bien parado, pese a estar con uno menos, y que cada tanto trataba de sorprender. Así Rufo probó a Dani quien atrapó con seguridad (43′). Ya en la prolongación de la primera parte, Enric se sacó la espina estableciendo el 1-0 a centro de Juanjo.

Nada más salir del descanso, De Miguel pudo aumentar las cuentas, pero Fermín evitó el segundo de la noche enviando a córner. Cervera metió tres cambios de golpe síntoma de que no había quedado muy conforme con lo visto hasta el momento. Cris Montes, uno de los ingresados, disparó al palo (52′).

En la siguiente acción, el Zamora consiguió el empate después una dudas defensivas locales que Merchán aprovechó para recibir el balón y disparar lejos de las manos de Dani Martín. Premio al sacrificio de los pupilos de Sabas que nunca bajaron los brazos.

El hombre de más en el Tenerife no se notaba, por eso el técnico local volvió a mover su banquillo con Noel y Fabricio. Fue el primero de ellos quien gestó el 2-1: se fue de su marca, envió al área y tras desbaratar el peligro el meta Fermín, De Miguel cazó el rebote para marcar por quinta jornada consecutiva.

Y con el Zamora totalmente volcado llegó la sentencia de Nacho Gil quien definió al primer palo que valió para que el Heliodoro explotara a pesar del sufrimiento.

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