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DEPORTIVO

Crisis abierta en el Deportivo

Borja Jiménez está cada día más cuestionado. El Depor ya perdió 7 puntos y está a 5 de la cabeza. Impotente arriba, débil atrás y nervios a flor de piel.

Actualizado a
Borja Jiménez comienza a estar cuestionado en el Deportivo.
Jesus Sancho (Sanchofoto)Diario as

Solo van seis jornadas de liga y el Deportivo comienza a vivir su primera crisis de la temporada. En estos seis partidos los coruñeses ya se han dejado siete puntos en el camino, y además cuatro de estos encuentros han sido en Riazor. El domingo pasado, en casa, perdió la condición de invicto ante el San Fernando (0-1), que además jugó con diez los últimos 40 minutos. La consecuencia es que los blanquiazules ya están a cinco puntos de los colíderes, Racing de Ferrol y Linares, después de enfrentarse con rivales de media tabla hacia abajo. Un desastre que coincide perfectamente con las sensaciones que desprende el equipo, que son cada vez peores. En sus seis encuentros el Deportivo solo fue superior al rival en la segunda parte ante el Linense en el primer partido de la temporada. En el resto, los diferentes equipos, con distintas propuestas, le han hecho daño.

Borja Jiménez

El primer señalado de esta crisis es Borja Jiménez. El técnico, cuya continuidad tras no lograr el ascenso la pasada temporada causó división, está cada día más cuestionado. Los cierto es que el abulense no da con la tecla y, a diferencia del año pasado, es complicado saber cuál es su apuesta. El equipo inició la liga con un nuevo sistema trabajada en pretemporada, un 4-2-3-1 con Mario Soriano de mediapunta. El madrileño respondió con tres goles, pero el Depor no carburaba. Tras Balaídos, el técnico cambió de rumbo y dispuso una defensa de cinco con Bergantiños de tercer central y Narro de carrilero. El 4-3-3 de la pasada campaña siempre ha sido recurso durante los partidos y fue la apuesta de inicio, la tercera del año, este domingo. Muchas pruebas y dudas con el esquema y nervios en la sala prensa, como le ocurrió tras el 3-2 al Talavera.

Fragilidad defensiva

En los seis partidos que ha disputado, el Deportivo solo ha dejado su portería a cero en uno (Mérida) y en cuatro de ellos ha ido a remolque en el marcador. Todos los equipos le han hecho daño y de diversas formas, tanto los que eligieron presionar arriba como los que esperaron para jugar a la contra. No le crearon excesivas ocasiones, pero las que tuvieron fueron siempre muy claras. A las dudas con el balón parado y las transiciones rápidas de los rivales se unen momentos de forma bajísimos, con Jaime como mayor exponente. Un buen ejemplo es la mutación a peor es Riazor. Los blanquiazules han recibido gol en los cuatro partidos de casa, encajando un total de seis tantos. La temporada pasada tuvieron que pasar doce partidos de liga en casa para llegar a esta cifra.

Delantera sin gol

Si la debilidad en defensa está pesando, la ‘desaparición’ de los delanteros en estas primeras seis jornadas es realmente alarmante. La plantilla cuenta con cuatro puntas (Quiles, Gorka Santamaría, Zalazar y Sevensson) y ninguno de ellos ha visto portería todavía. Todos han sido titulares menos el hispano-sueco. Los ocho goles que lleva el equipo se los reparten entre Mario Soriano (3), Villares (2), Raúl Carnero (1), Rubén Díez (1) y Rabanillo en propia puerta. La pasada temporada en las seis primeras jornadas los delanteros blanquiazules eran una garantía total y ya sumaban nueve tantos a estas alturas: Quiles (4), Miku (3) y Noel (2).

Lentitud, nervios, pitos en Riazor y lo más positivo… los puntos

Si el equipo está cometiendo errores de bulto atrás y los delanteros están peleados con el gol, la sala de máquinas tampoco está respondiendo. Al margen de pases increíbles errados, la lentitud en la construcción está siendo una rémora que impide sorprender a las defensas rivales. Esta imprecisión generalizada está acompañada de un nerviosismo desproporcionado en los jugadores desde la primera jornada, tal y como reconocía ayer Lapeña. La tensión ha llegado también a las gradas. Riazor, habitual balsa de aceite pese a los golpes, ha abroncado a técnico, equipo y directiva en los dos últimos partidos. A pesar de todo esto, el Depor es quinto, está en puestos de playoff y si gana el próximo domingo al Rayo Majadahonda mejorará el arranque del año pasado. Hay crisis, pero por el momento también calma y tiempo para reaccionar.