La Bota de Oro se iría ahora… ¡a las Islas Feroe!

En un deporte colectivo, como es el caso del fútbol, siempre está sujeta a debate la importancia o no de los premios individuales. Esto va de once contra once y las aficiones celebran o lloran al son de su equipo o selección, pero en los currículos de los futbolistas lucen también los distintivos que le acreditan como un jugador que se sale de la norma en el buen sentido de la expresión. La Bota de Oro es un buen ejemplo de ello.

Este premio, creado en 1968 por el diario francés L’Equipe, reconoce temporada tras temporada al goleador más importante del fútbol europeo. Es esto lo que le confiere al Bota de Oro de cada curso un aura de prestigio y de reconocimiento que lo eleva al pedestal de mejor delantero del curso en el viejo continente. Una vez hecha la presentación del premio, el turno es para la curiosidad. Y es que se da la circunstancia de que, si la Bota de Oro de la temporada se eligiese ahora mismo, su destino sería más que sorprendente: las Islas Feroe.

Allí, en ese precioso archipiélago situado a medio camino entre Islandia y Noruega, rompe redes semana tras semana Klaemint Olsen. Este delantero centro de 35 años milita en las filas del NSÍ Runavík (club del que es canterano, que además está afincado en el pueblo que lo vio nacer) y es un histórico de la selección de las Islas Feroe (debutó en 2012 y ha sido internacional 64 veces, en las que ha marcado once goles). Olsen, esta temporada, está mostrando un tino goleador espectacular y suma 26 tantos en 25 partidos de liga. Un guarismo anotador que hace que, ahora mismo, lidere la clasificación de la Bota de Oro que ha elaborado Transfermarkt.

Un primer clasificado, sobra decirlo, sorprendente. Pero tiene un porqué. Olsen y su Runavík compiten, al igual que en otros países nórdicos, con un calendario diferente al habitual en el fútbol europeo. Sus temporadas comienzan en marzo y terminan a finales de octubre para, de ese modo, evitar competir durante lo peor del invierno. Sí que deben hacer frente al frío en los torneos europeos, pero las competiciones domésticas nórdicas se desarrollan a su propio ritmo y, en estos momentos, están muy próximas a su desenlace. De ahí que Olsen lidere la Bota de Oro: su temporada está a punto de terminar.

También está próxima a su final la liga noruega (termina en noviembre). Ahí juega, para el Bodo/Glimt, Kasper Hogh, el segundo en la clasificación actual de la Bota de Oro. No obstante, el equipo del Círculo Polar Ártico sí que tendrá que lidiar con el duro invierno en su tierra debido a que compite en Liga de Campeones (jugará en Bodo el 20 de enero contra el Manchester City). El tercero en la clasificación es Darko Lemajic, delantero centro del RFS de Letonia, cuya liga también termina en noviembre. El curso de Daniel Karlsbakk (cuarto en la tabla, milita en el Sarpsborg noruego) también se acerca a su epílogo. Como el de Ibrahim Diabate (quinto, juega en el GAIS sueco).

Hay que irse hasta la séptima posición, en la que se encuentra Harry Kane, para encontrar un aspirante actual a la Bota de Oro que compita en un territorio más meridional. De hecho, el delantero del Bayern es el único del top-10. Pero, como es lógico, se debe a que la temporada en la Bundesliga, al igual que en las otras grandes ligas europeas, todavía no ha llegado ni siquiera a su ecuador. Es cuestión de tiempo que los Haaland, Mbappé o el propio Kane rebasen a los nórdicos en la clasificación conforme avance el curso, pero nadie les quitará lo anecdótico de su actual liderato. La Bota de Oro, si se entregase ya, se iría a uno de los lugares más septentrionales de la geografía europea.

¿Cómo funciona la clasificación de la Bota de Oro?

El mecanismo para conocer el ganador de la Bota de Oro es fácil de comprender. Se trata de un sistema de puntos resultantes de la multiplicación del número de goles anotados por un valor que se rige en función del nivel de la liga en el que compite el jugador en cuestión.

Los goles que se anotan en las cinco grandes ligas europeas (en España, Inglaterra, Alemania, Italia y Francia) valen dos puntos cada uno. Los que se anotan en las ligas ubicadas entre la sexta y la vigésimo primera posición del ranking de coeficiente UEFA (destacan Portugal y Holanda) valen 1′5 puntos. Los que se anotan en el resto de ligas europeas valen un punto cada gol.

En caso de empate, se valorará el promedio de goles por partido. El futbolista que haya anotado más tantos en menos encuentros disputados, será el ganador del duelo directo. Si persiste la igualdad, se atenderá a los minutos jugados. Si tras este paso se mantiene el empate, entrarán en juego factores como el rendimiento del futbolista en competiciones europeas o los títulos obtenidos por su club.

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