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REAL SOCIEDAD

Barrenetxea vuelve al punto de partida

Ocho meses después de su grave lesión, el extremo donostiarra vuelve a los terrenos de juego con la intención de dar el paso adelante que le pidió Imanol el curso pasado y que no pudo dar por culpa de las lesiones

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BOURNEMOUTH, ENGLAND - JULY 30: Owen Bevan of Bournemouth battles with Ander Barrenetxea of Sociedad during the Pre-Season Friendly match between AFC Bournemouth and Real Sociedad at Vitality Stadium on July 30, 2022 in Bournemouth, England. (Photo by Christopher Lee/Getty Images)
Christopher LeeGetty

Ander Barrenetxea vuelve al punto de partida. El extremo donostiarra, uno de las más firmes promesas que ha dado Zubieta en los últimos años, regresó a los terrenos de juego este pasado sábado contra el Bournemouth en el amistoso disputado en el Vitality Stadium. Lo hizo ocho meses después de una grave lesión que le impidió completar la que apuntaba a ser la temporada de su confirmación en Primera división, tras varios años en los que apuntaba maneras y mostraba detalles que le presuponían como uno de los jugadores diferenciales del primer equipo de la Real Sociedad. Ahora está ya de vuelta con el equipo realista, entrenando y jugando, con la esperanza de que, aunque sea con un año de diferencia, su gran explosión llegue ya por fin. Tiene todas las condiciones para ello. Y la máxima confianza del club. Además, se ha preparado a conciencia para ello, como demuestran las imágenes difundidas por la Real en las que se le ve con un brazo izquierdo doblemente musculado que antes de su lesión.

Un problema en el muslo izquierdo que se produjo contra el Deportivo Alavés en Mendizorroza a principios de este año, cuando regresaba de un periodo de inactividad por varios problemas musculares, hizo saltar todas las alarmas en el club donostiarra. Imanol, incluso, llegó a decir que el radiólogo le había comentado que “era una de las roturas más feas que había visto”. Tuvo que pasar por quirófano para solucionar una lesión que se podía agravar. Fue intervenido el 11 de enero por el Doctor Lasse Lempainen, en el Hospital Mehiläinen Neo de Turku, en Finlandia. Sufría “una lesión severa, con afectación tendinosa, a nivel proximal de la musculatura isquiosural del muslo izquierdo”. Se perdió lo que restaba de temporada, y ahí se acabaron sus esperanzas de seguir creciendo para convertirse en el jugador importante que buscaba en él su entrenador. En junio de esta año regresó a Finlandia para que el Doctor Lempainen le hiciera una revisión con la que darle el alta y le dijera si podía volver o no a entrenar con el grupo. Las noticias fueron positivas, pero el club decidió ir despacio con el donostiarra, para evitar las temidas sobrecargas y recaídas. Empezó a un ritmo inferior y fue entrenando poco a poco con el grupo. Hasta que pudo hacer todas las sesiones al completo, y eso le permitió reaparecer en partido amistoso.

Fue contra el Bournemouth el pasado sábado. Jugó la última media hora de partido, unos 28 minutos en los que actuó en su posición habitual, en la banda izquierda. No se notó la ausencia de competición en partidos oficiales con respecto al resto de sus compañeros. Barrenetxea salió con ritmo, ganas y hambre de balón, que es con lo que más destaca, gracias a su regate, verticalidad y velocidad. 211 días después de su lesión en Vitoria, el Donostiarra volvía a jugar un partido con la Real. Otro regreso más, como el de Carlos Fernández, y como será el esperado de Mikel Oyarzabal, aunque para eso hay que esperar todavía un tiempo relativamente largo. Pero Barréneme ya está para jugar. Con nuevo dorsal, porque lucirá a partir de ahora el ‘7′ que deja libre Portu con su marcha al Getafe. Ya no será el 22. Estuvo a punto de marcar, en dos ocasiones. En una después de una contra llevada por Diego Rico, que concluyó con un regate hacia dentro y disparo con la derecha que despejó el portero a córner. Y otro un centro-chut con la derecha que se fue rozando el palo izquierdo. Una declaración de intenciones del bueno de Barrenetxea, que expresaba su felicidad tras el partido en las redes sociales. “Feliz por estar de vuelta. Con ganas de trabajar para todo lo bueno que está por llegar”, dijo. Con solo 20 años, el donostiarra tiene todo el futuro por delante para demostrar todo lo que promete.