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ALAVÉS

Aprobados y suspensos del Alavés: sin goles no hay Gloria ni ascenso a Primera

Asier Villalibre pudo hacer el gol de la victoria en la segunda parte pero se topó con el portero de Las Palmas y terminó llorando en el vestuario

VitoriaActualizado a
Sivera en el suelo tras el partido
Elvira Urquijo A.EFE

SIVERA: Buen partido el del portero del Alavés. Serio en todos los sentidos. Cuando Sandro y Vieira llegaron con peligro, cubrió bien su portería. Terminó subiendo a rematar los saques de esquina.

TENAGLIA: Otro jugador implicado en defensa y en ataque. Los puntas canarios tienen mucha calidad y cumplió de sobra. También intentó incorporarse en jugadas de ataque. Terminó siendo sustituido en la segunda parte.

ABQAR: Buen partido del defensa marroquí. Temporada excepcional. Expeditivo en la zaga y con problemas con un Sandro que creó mucho peligro. Jugó con la típica venda blanca en su mano. Subió a rematar córners y faltas.

SEDLAR: Perdió su sitio en alguna ocasión pero estuvo serio en líneas generales. Apenas falló pero sudó tinta china con Sandro, al igual que el resto de defensores. También intentó crear peligro a la hora de rematar las jugadas de estrategia.

RUBÉN DUARTE: Sólido y trabajador, como siempre. Capitán en el campo de Siete Palmas. Vio amarilla y trató de llevar peligro por su banda. Muy afectado por el resultado final pero con optimismo de cara los Playoffs.

ANTONIO BLANCO: Vio una cartulina amarilla muy pronto y eso le lastró bastante durante el partido. Sufrió con los centrocampistas amarillos y terminó siendo sustituido porque García Plaza decidió protegerlo.

BENAVÍDEZ: Una de las sorpresa en el once inicial. Intenso y trabajador como siempre. A veces fuerza demasiado y ve amarillas. En la primera mitad ya tenía una por lo que, al igual que Antonio Blanco, tuvo que marcharse al banquillo.

LUIS RIOJA: Empezó en la banda derecha para dejar la izquierda a Abde Rebbach. Vertical y descarado. Llevó peligro hacia la puerta contraria pero apenas pudo disfrutar de ocasiones durante el partido. Hombre fundamental en el esquema de García Plaza. En la segunda mitad regresó al carril izquierdo.

JON GURIDI: De medio punta por detrás de Villalibre. Implicado en todas las facetas del juego pero sin demasiada fortuna. Intentó enlazar la medular con la delantera y no gozó de ocasiones para marcar. También se marchó sustituido.

ABDE REBBACH: Otra de las sorpresas del once inicial. Empezó vertical y con ganas de adelantar a su equipo, luego se fue difuminando con el dominio local y terminó siendo sustituido. Jugó en la banda izquierda y, cuando se marchó, esa zona la volvió a ocupar el andaluz Luis Rioja.

VILLALIBRE: Tuvo la ocasión más clara del partido, un cara a cara con el portero rival pero el cancerbero le adivinó la intención. Se llevó la trompeta a Las Palmas pero todavía no sonará. Lloró en el vestuario por considerarse responsable del empate a 0.

TONI MOYA: El centro del campo, en su versión defensiva, estaba amonestado y García Plaza sacó al extremeño para dar más conducción al equipo. Pudo mejorar las sensaciones, como todo el equipo en la segunda mitad, pero al final no se pasó del empate.

MIGUEL: Peligroso en la segunda mitad con un buen disparo que casi entra. Jugó en la línea de tres cuartos por la banda derecha. Daba la sensación de que podría hacerlo como segundo punta junto a Villalibre en una reconversión al 4-4-2 pero no fue el caso. Presionó la salida de balón del rival.

JASON: Poca presencia en el partido en cuanto a minutos y en cuanto a ascendencia sobre el juego. García Plaza quiso meter dinamita y le dio la banda derecha al jugador gallego. Todavía tendrá ocasión de demostrar su categoría en los Playoffs.

ROBER GONZÁLEZ: Se le vio departir amigablemente antes del partido porque fue jugador de Las Palmas. Luego vio el choque desde el banquillo pero ingresó en el mismo en la recta final. El Alavés estaba volcado sobre la portería rival y trató de ayudar para desnivelar la balanza.

SALVA SEVILLA: Parecía que sería titular pero no fue así. Entró en los últimos minutos y trató de dar conducción y criterio al control de balón. También se encargó de botar los saques de esquina y las faltas cuando el partido tocaba a su fin. Seguro que se acuerda del penalti que falló contra el Granada. Es cruel pero inevitable.