El nuevo capricho de Berlusconi sueña con la Serie A

Monza es una pequeña ciudad de la región de Lombardía que se encuentra cerca de Milán. Aunque es muy conocida por albergar uno de los Gran Premio de Fórmula 1, en lo futbolístico nunca ha llegado al dar el salto al primer nivel.

El conjunto biancorosso se funda en 1912. A lo largo de sus más de 100 años de historia, el club sufre dos refundaciones, una en 2004 y otra en 2015, para llegar a convertirse en la Associazione Calcio Monza, aunque este cambio de nombre no llegará hasta 2019, año en el que el equipo ya formaba parte del grupo financiero Fininvest, propiedad de Silvio Berlusconi.

El magnate italiano se interesa en él en 2018, y se hace con el control por tres millones de euros. En ese momento, el Monza se encuentra en Serie C, la tercera categoría del fútbol italiano, de la que escapa con el ascenso a Serie B en la temporada 2019-2020.

En su vuelta a la Segunda División, el equipo lombardo cuenta con un potencial económico importante y finaliza el año con jugadores con experiencia en Serie A, como Balotelli o Kevin-Prince Boateng, a la vez que otros futbolistas italianos prometedores. El objetivo es alcanzar por primera vez en su historia la Serie A. Finalmente, termina el año tercero y cae en los playoffs contra el Cittadella, despidiéndose así de un sueño que llegó a rozar cuando se colocó en puestos de ascenso directo a lo largo de la temporada.

Sin embargo, esta campaña 2021-2022 ha causado aún más impotencia que la anterior. El Monza llegó a la última jornada contra el Perugia como segundo clasificado y con opciones incluso de proclamarse campeón. Por desgracia para los biancorossi, su derrota por 1-0 y la victoria del Pisa y la Cremonese, le hicieron caer al cuarto puesto. Otra vez a empezar. Pepín Machín, exjugador de la cantera de Barcelona y Málaga, llegó a escribir en su Twitter que esa fue una de las derrotas más duras que había sufrido en su vida.

Pero el fútbol les dio una segunda oportunidad. Al haber quedado cuartos, debían esperar en las semifinales del playoff a Brescia o Perugia, que se enfrentaban a partido único en la primera ronda. El exequipo de Pep Guardiola venció y fue el rival del Monza. El partido de ida se jugó el pasado miércoles en el Mario Rigamonti y terminó con un 1-2 para los visitantes tras una remontada gracias al doblete de Gytkjaer.

El próximo objetivo es hacer bueno el resultado de la ida en el U-Power Stadium y conseguir el pase para la final, donde espera el Pisa. El primer paso es superar al Brescia, y ya después, el Monza de Berlusconi seguirá soñando con hacer historia y subir por primera vez a la Serie A.