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REAL SOCIEDAD

Le Normand: "Vamos a intentar ser quintos"

Declaración de intenciones del central francés en el acto de entrega del premio al mejor jugador de la Real esta temporada a juicio de los oyentes de SER Deportivos Gipuzkoa.

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Le Normand: "Vamos a intentar ser quintos"

El presentador pide un aplauso para Robin Le Normand y el resto de la Real Sociedad por su quinta posición en LaLiga. Lo hace con cierta sorna, mirándole de reojo, mientras un grupo de niños aplaude a rabiar. El central francés sonríe, consciente de que le están metiendo presión de cara a la última jornada de Liga. "No, no, por ahora somos sextos, pero vamos a intentar ser quintos, lo vamos a dar todo", se apresura a corregirle mientras hace toda una declaración de intenciones. Esta escena pertenece a uno de los momentos álgidos del programa especial de SER Deportivos Gipuzkoa desde el salón de actos del colegio alemán de San Sebastián, donde un grupo de niños y niñas de 4º y 5º de Primaria han ejercido de improvisados periodistas para preguntar a Le Normand y su compañera del equipo femenino, Nuria Rábano. Ellos son los mejores jugadores de la Real a juicio de los oyentes de la Cadena SER.

"Pero yo creo que quien se merece un aplauso de verdad es ella, las chicas se han metido en la Champions League", dice generoso Le Normand. Nuria Rabano sonríe y los niños empiezan a corear "somos de Champions" y a aplaudirle a la jugadora realista. La lateral gallega no ha solucionado aún su futuro. Termina contrato, aún no ha renovado y el rumor de que acabará en el todopoderoso Barcelona es cada vez más fuerte. Aunque ella no suelta prenda, y no descarta nada. "Aún hay que negociar, todavía no he decidido nada, quedan las últimas conversaciones y ojalá nos sigamos viendo aquí", dice dejando una pequeña puerta a renovar. Y por si acaso, los niños le meten un pco de presión. "¡Nuria, quédate! ¡Nuria, quédate! ¡¡Nuria, quédate! ¡¡Nuria, quédate!", le empezaron a gritar. La gallega sonreía sonrojada, pero no daba su brazo a torcer. "Ya veremos, pero pase lo que pase, Donostia será para siempre como mi segunda casa". Y entonces, todas las miradas se centraron en Robin Le Normand. "Yo estaré seguro el año que viene en la Real", dijo juguetón mientras se reía. "Tengo contrato", añadía. Es una buena declaración, porque quiere decir que en verano no espera ninguna sorpresa, a pesar de los cantos de sirena que llegan desde Italia, de clubes interesados en el fichaje del jugador más regular de LaLiga. Pero está en proceso de negociación para ampliar y mejorar su contrato. "¿Cuándo firmo la renovación? Diré como Nuria, la Real es como mi casa y estoy feliz aquí. Tengo que gente de confianza que se encarga de esas cosas, y se están manejando bien", dice regateando como si fuera un buen extremo cuando es un central duro y rudo.

Los niños son siempre impredecibles. No sabes por donde te van a salir. Y a esa frescura se enfrentaron Le Normand y Nuria Rábano. "¿Crees que tienes opciones de jugar el Mundial de Qatar?", le preguntan. Le Normand ríe con cara de asombro. "!Preguntan mejor que los periodistas!", exclama. "En mi puesto hay gente muy buena en la selección francesa, pero es una ilusión y con eso en la cabeza entreno todos los días", responde ya en serio. "¿Desde cuando juegas a fútbol?", le pregunta otra niña. "Desde los seis años, en el equipo de mi pueblo, en Francia". "¿Y por qué eres de la Real"?, le lanzaron sin titubeos. "Porque cuando peor lo estaba pasando, fue el único que confió y apostó por mi, cuando estaba hundido. Y es el equipo que me está permitiendo cumplir mi sueño de dedicarme profesionalmente al fútbol", remataba Le Normand. El francés recibió una sorpresa muy especial cuando entre los niños del patio de butacas encontró a Akai Tellitu, un niño de 10 años que es literalmente su amigo. "Es una historia muy bonita, porque antes de venir a San Sebastián mis padres conocieron a sus padres en un camping de Francia. Y al poco tiempo yo fiché por la Real, y entonces al venir aquí, fui a vivir a una casa donde ellos casualidad eran mis vecinos. Así que desde entonces siempre me han cuidado, cuando me pasaba algo tenía alguna dificultad, ellos siempre me han ayudado", explica el jugador francés. A Akai le preguntan qué es para él Le Normand, esperando escuchar la palabra ídolo, pero el niño dice escuetamente: "Un amigo". Y Le Normand añade. "Eso es lo bonito de esta historia, que no me ve como un ídolo a pesar de que juegue en Primera, sino que soy su amigo, porque eso es lo que somos". Tan estrecha es su relación que Akai hace con Le Normand hasta la colección de fútbol de LaLiga. "¡Pero eso no se dice! Tenéis buena información. Sí, le ayudo y le firmo cromos para que los cambie y podamos terminar antes la colección", comenta simpático.