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ATLÉTICO DE MADRID

Los héroes desaparecidos de una Liga rojiblanca un año después

El domingo se cumple un año del triunfo del Atlético en Valladolid, cuando se está jugando el 3º o 4º puesto. Trippier no está; Llorente, a cero; Suárez, de 21 a 13...

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Los héroes desaparecidos de una Liga rojiblanca un año después
CESAR MANSOAFP

El 17 de mayo es una fecha grabada a fuego en la historia rojiblanca. Aquella Copa del Rey ganada en el Bernabéu, 2013, Koke depositando la bandera del Atleti en el centro del campo, 14 años hacía que no se ganaba al Madrid. Aquella Liga, un año después, ganada al Barça, en el Camp Nou, el cabezazo de Godín. Al Madrid de Cristiano y al Barça de Messi. Pero el 22 de mayo también. La segunda Liga de Simeone como entrenador rojiblanco. El domingo va a hacer un año. 365 días de aquella tarde en Valladolid. Los estadios vacíos, LaLiga del COVID, la celebración en el párking. El estallido. Y muchos nombres que hoy se han difuminado.

Porque había un consenso alrededor del Atlético siguiente, el que el domingo acaba el año en Anoeta, ante la Real Sociedad, en juego "solo" ser tercero o cuarto. Y ese "solo" pesa. Porque la Champions ya la tiene. Pero suena a poco cuando a una plantilla campeona se sumó a futbolistas como De Paul, Cunha y Griezmann. Una plantilla en la que los héroes de la Liga anterior, de los que también se esperaba todo, se han difuminado. O desaparecido. Y hubo muchos. Sobre todo en la primera vuelta. Y más allá de los de siempre (Oblak, Savic, Correa...), cuyo nivel ha sido más bajo, pero ahí han estado, el foco está en futbolistas que no han estado. De un modo literal (Trippier). Y en un modo figurado: Llorente, Lemar y Suárez.

"Gracias Lucho por hacernos campeones", gritaba el fondo sur del Metropolitano en el Atlético-Sevilla del domingo. La despedida del uruguayo oficial ante su afición dos años. La rojiblanca. Esa a la que emocionó en Valladolid, llorando como niño con el teléfono en la mano, su familia al otro lado. El recuerdo de su salida del Barça, tras semanas entrenándose aparte, como si no hubiera dejado su nombre a la historia (es su tercer goleador, tras Messi y César), con una llamada de 30 segundos, perseguida por esos adjetivos: mayor, cojo. En el Atlético marcó 21 goles, "tendrá 50 años y los seguirá haciendo, para el equipo que sea", confesaba a AS Simeone en septiembre. Goles fundamentales para eso que decía la pancarta: hacer a los rojiblancos campeones. Esta temporada, la segunda que firmó, la que termina en junio sin prórroga, han sido 13. Es el máximo goleador del equipo pero de febrero a hoy vio desde el banquillo cómo Cunha le pasó por delante. Un 55% de los minutos posibles en Liga, un 22% de participaciones en los goles. Sin él desde el 2 de abril, ante el Alavés, un doblete cuando ya había perdido el sitio, cuando ya enmohecía en el banquillo. 

Trippier ya no está. Trippier ya se fue. En enero, al Newcastle. Sin que el sustituto que el Atlético trajo, Wass, le llene el ojo al Cholo ni en los entrenamientos. Trippier fue clave en LaLiga pasada. Ese lateral largo que daba vuelo a Llorente, ese lateral que encajaba como un guante en ese nuevo sistema, 3-5-2. Ni Vrsaljko ni Wass, claro, ni el propio Llorente han sabido hacer del inglés que, además, en noviembre, en Mestalla, se lesionó para varias semanas, al caer sobre el hombro y hacerse un esguince grave.

Llorente. Ese ha sido uno de los nombres. Por lo que fue y ha sido. La temporada pasada todo, esos 13 goles y 12 asistencias, los mejores de su carrera, afianzando lo de Anfield; ésta, nada. Pero nada literal. O casi. Cero goles a una jornada del final y tres asistencias (dos en Liga y una en Copa), condicionado por esos viajes al lateral en los que se perdió Saúl. Once partidos esta temporada los ha jugado en la defensa, condicionado por esa baja de Trippier que hace un año era su mejor compañero. Tan lejos de la línea de fondo, a la que sigue llegando siempre como si nada, cuando los que le persiguen ya han perdido el aliento.

Lemar es otro de los nombres. En los estadios vacíos por la COVID la temporada pasada por fin el francés era el de los entrenamientos, aquella estrella del Mónaco que Griezmann en 2018 le pedía al club para continuar en el Atleti. Y dar el salto de calidad. Pero los 70 millones que entonces el club pagó por él, el fichaje más caro de su historia hasta la llegada un año más tarde de João Félix (120), parecían pesar sobre sus espaldas. Como un cometa Halley brilló en Tallín en la Supercopa de Europa 2018 y se apagó. Simeone, sin embargo, seguía confiando en él. Y le ponía. E insistía. A pesar de que parecía un fichaje fallido, un caso perdido... Que explotó LaLiga pasada. Lemar ese pegamento entre líneas. Lemar y pincel en la bota. Lemar clave. Lemar en todo. Lemar cada partido repartiendo zascas. A los que habían dejado de creer que el que Lemar que había llegado a Madrid era el mismo que vino del Mónaco. Pero esta temporada le han condenado las lesiones. Pero esta temporada en Liga Lemar no ha llegado ni al 50% de los minutos jugados (43%). Pero esta temporada el Atleti no ha podido apenas contar con él. Y lo ha penado. Como la "ausencia" de todos esos hombres que llevaron al Atleti a ser campeón el 22 de mayo en Zorrilla. Un año va a hacer. Parece más lejos.