Cunha, el agitador ideal
El brasileño del Atlético regresó después de mes y medio fuera por lesión y acercó al equipo a la victoria participando en los tres goles. Con él, de 1-1 a 4-1.
Matheus Cunha estuvo fuera del equipo durante mes y medio por una lesión de rodilla, pero cuando reapareció, contra el Alavés, no se le notó el parón ni lo más mínimo. Al contrario, sobre el campo se vio al atacante hiperactivo que tanto gustó a la afición y a Simeone. El brasileño entró en el 72’, con 1-1, y participó de una u otra manera en los tres goles que vinieron después. Otra vez agitador, otra vez talismán.
El delantero se mueve por todo el frente de ataque. Ante el Alavés, compartió parcela con João Félix, más tirado a la izquierda, y Luis Suárez y aun así encontró su sitio para destacar. En ese rato le dio tiempo a armar dos remates a puerta, dar una asistencia, recuperar dos balones… En el minuto 75, provocó el penalti que Suárez convirtió en el 2-1. En el 82’ tuvo él una grandísima ocasión, pero Pacheco se la paró para que João fusilara. En el 90’, el brasileño filtró un pase perfecto para dejar al uruguayo solo ante el portero.
“No importa cuántos minutos juegue, sino dejar todo en la cancha y si puedo ayudar con goles, asistencias y trabajo, lo importante es el grupo”, comentó Cunha tras el encuentro. El futbolista le demostró a Simeone que ya puede contar con él para lo que necesite, empezando ya por el Manchester City, donde será una de las balas en el banquillo. El técnico confía en él. “Me lesioné en un momento muy importante para mí, jugando y haciendo goles, y después de cinco semanas de trabajo duro tengo que agradecer a los médicos y los fisios del club que me ayudaron…”, añade el jugador.
Cunha pone su repertorio al servicio del equipo y entra de lleno en la competencia del ataque, donde ahora se imponen João Félix y Griezmann. Sobre todo el portugués. Pero el brasileño tendrá su momento en el Etihad. Sus características ayudarán al equipo cuando toque salir a la contra y ofrecer soluciones en largo, además de para incordiar a la defensa rival cuando inicie. El ex del Hertha es un gran revulsivo, insufla energía con su fútbol y, además, los números que al equipo le suele ir muy bien con él en el campo. Por ejemplo, contra el Alavés: de 1-1 a 4-1.