'Terremoto' Cristiano
Rangnick desconvocó por sorpresa al delantero del United en la previa del derbi de Manchester. Se justificó una lesión, pero su relación no pasa por el mejor momento.
Era sábado por la noche y el Manchester United se hospedaba en el hotel Lowry antes del derbi del domingo, 6 de marzo, frente al Manchester City. Uno de los partidos más importantes de la temporada en el que los diablos rojos no podrían contar con la presencia de Cristiano Ronaldo. Como adelantó el Diario AS, el 7 del United no apareció por el hotel de concentración habitual porque Ralf Rangnick le había desconvocado.
Sin embargo, en ese momento el United no ofreció una explicación y hubo que esperar a la mañana siguiente, a pocas horas del duelo trascendental, para conocer que Cristiano estaba lesionado y que no podría jugar. "Han sido unas molestias en el flexo de la cadera que le podrían hacer perderse el partido de vuelta contra el Atlético de Madrid en Champions League", argumentó el propio Rangnick justo antes de que empezara el derbi.
Pero después de la dolorosa goleada del City por 4-1, la versión del entrenador alemán cambió y no justificó de la misma manera la ausencia del delantero portugués: "Tendré que fiarme de mis servicios médicos...", resopló el técnico del United. Y Roy Keane, leyenda del club, que le escuchó, se mostró preocupado por la situación en los micrófonos de Sky: "Esto huele raro".
La intriga estaba servida, y no faltaban razones para ello: hasta el mismo día del partido, no se hicieron públicas las molestias de Cristiano, y tampoco se entendió que se reservase para jugar contra el Atlético de Madrid, cuando aún quedaban nueve días para el partido de Champions. Dos circunstancias que llamaron la atención de la plantilla del Manchester United, a la que Cristiano no acompañó en el Etihad Stadium porque, según desveló The Athletic, estaba desde el viernes en Portugal. Un viaje que tampoco hizo público el club de Old Trafford...
Todo ello después de que hace tres semanas el Diario AS revelara la mala relación de Cristiano con Rangnick, al que el jugador de Madeira veía falto de nivel para dirigir al United - opinión compartida por el resto de pesos pesados del vestuario-. Desde entonces, la ruptura ha sido una evidencia y la lesión de Cristiano es el último capítulo de esta historia, a la que acecha la sombra de la duda.
Otro incendio en la Juve
A partir de su salida triunfal del Real Madrid, donde se marchó levantando su quinta Champions League, Cristiano ha seguido con el mismo apetito goleador, pero las polémicas de antaño han resurgido. Ya en Turín, donde jugó tres grandes temporadas, su historia con la Juventus no acabó de la mejor manera y tuvo que buscar un nuevo destino al final del pasado verano.
"Cristiano estaba aburrido en Italia", revelaba Khabib, uno de sus amigos, y acabó de vuelta en Old Trafford. Los aficionados de los diablos rojos recibieron con los brazos abiertos a la leyenda, después de doce años de ausencia, pero aunque sus números han seguido siendo notables, la trayectoria del United ha sido mala y los cambios apremian.
Malestar en el vestuario con Rangnick
Cristiano Ronaldo no es el único jugador que está descontentos con los métodos y las decisiones de Rangnick. Según publicó el Manchester Evening News, hay varios jugadores que están enfadados con las selección de once que hace el entrenador. Tanto es así, que, siempre según este medio inglés, ya circulan apodos sobre los futbolistas preferidos el técnico. "Un jugador describió a un compañero de equipo como la 'mascota del maestro' debido a sus apariciones regulares y otro jugador está celoso de la atención que reciben sus competidores", escribe Manchester Evening News.
Rashford o Bailly serían dos de los jugadores del Manchester que más recelo tienen con Rangnick por su ostracismo. El primero está preocupado por su falta de minutos, una situación de condena que se agravó en el derbi de la ciudad, donde estuvo en el banquillo a pesar de las bajas de Cristiano, Cavani y Greenwood. El segundo, por su parte, es la quinta opción para el alemán.