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REAL MADRID-REAL SOCIEDAD

Illarra vuelve al Bernabéu tras superar un calvario de lesiones

Tuvieron que pasar 287 días para que el capitán txuri-urdin jugara un nuevo partido de Liga, y contra el Real Madrid puede encadenar tres, algo que parecía imposible hasta hace poco.

Actualizado a
Chimy Ávila ante Asier Illarramendi en el Reale Arena.
Juan Manuel Serrano ArceGetty Images

Asier Illarramendi (Mutriku, 1990) cumple 32 años el martes de la semana que viene. Y salvo susto de última hora, lo va a hacer con ganas de enlazar dos partidos seguidos en la Liga. Puede parecer una cifra irrisoria, pero no para el centrocampista mutrikuarra. Hace nada eso era impensable para él. Porque hace justo una semana rompía contra Osasuna una sequía de 287 días sin jugar un encuentro liguero. Se dice pronto. Las lesiones han sido todo un calvario los tres últimos años para el capitán de la Real Sociedad, con el que se llegó a hacer un plan de readaptación a la exigencia de la élite controlando sus cargas para que su cuerpo pudiera volver a soportar la intensidad de los esfuerzos que tienen que hacer los futbolistas al más alto nivel.

Pero ese calvario es pasado, e Illarramendi regresa al Santiago Bernabéu como un jugador nuevo, y si Imanol no dice lo contrario, puede ser hasta el comandante en plaza de la arañada txuri-urdin de sus clásico puesto de ‘4’, desde donde tan bien ve el fútbol de cara, con esos privilegiados visión de juego y toque en corto que tan poco pudieron disfrutar en el Real Madrid, cuando Illarra cambio de casaca a cambio de la friolera entonces de 32 millones de euros, en el verano de 2013.

Y eso que llegó a jugar 90 partidos con el Real Madrid en dos temporadas. No se adaptó, por la razón que fuera. Y volvió a casa al cabo de dos años por 16 millones de euros. La operación salió redonda para la Real. Pero Illarra ya no volvió a ser el mismo que se había ido a Madrid. Las lesiones no le han dejado. Aunque su tres primeros años de vuelta en Donosti los saldó una media de 40 partidos por temporada.

Pero una lesión en Mestalla en la temporada 2018-19 fue el principio de su calvario, acompañada de una grave lesión de tobillo en San Mamés al comienzo de la campaña 19-20. Y a partir de ahí, después de largas y complicadas recuperaciones, continuos problemas musculares que le provocaban inoportunas recaídas le han impedido disfrutar del fútbol. Y más lesiones como la que sufrió a finales de la temporada del parón por el coronavirus, o la que sufrió en la previa de la final de Copa en La Cartuja el año pasado.

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Un oscuro túnel del que parecía que ya no iba a salir nunca. El mutrikuarra apenas había podido jugar seis partidos en el último año, hasta que llegó la grata noticia de verle en el once inicial contra Osasuna el pasado domingo. Repitió desde el banquillo en Mallorca. Y nada se ha sabido de nuevas molestias musculares.

Una gran noticia. Illarra regresa de esta manera a ese Bernabéu en el que no ha podido jugar en las dos ultimas victorias de la Real, como un jugador renacido, que vuelve a disfrutar del fútbol y con la intención de que ésta sea su definitiva recuperación. Busca una continuidad que, además, es necesaria para su futuro, porque termina contrato con la Real en 2023, y es evidente que en las actuales circunstancias no es fácil plantear una renovación, por muy importante que haya sido en la historia reciente del club.