VALENCIA
Bordalás corta la hemorragia
La vuelta de Gabriel Paulista ha sido clave para que el Valencia por primera vez en la temporada no encaja goles en dos partidos consecutivos.
El Valencia tenía muchas cosas que celebrar la noche del miércoles, la principal la clasificación para la final de la Copa del Rey del próximo 23 de abril. A ella se llegó gracias a un gol de Gonçalo Guedes, aunque también al buen hacer defensivo. Bordalás ha rearmado su equipo con un sistema de tres centrales, siendo clave la vuelta de Gabriel Paulista, y por primera vez en la temporada, el Valencia ha dejado en dos partidos seguidos su portería a cero. Y sistema defensivo al margen, otro futbolista fue clave contra el Athletic: Mamardashvili.
El guardameta georgiano, con su familia en la grada de Mestalla, con la que celebró de manera efusiva la clasificación para su primera final como profesional, mostró seguridad por arriba (dos centros atrapados) y solvencia bajo palos. El Athletic, es verdad, le llegó menos que otros rivales (solo siete remates), si bien, Mamardashvili se hizo grande en la ocasión que pudo cambiar la historia de la eliminatoria, un remate de Iñaki Williams en el área.
Los 42 goles que lleva el Valencia encajados le están lastrando en la Liga, también anímicamente, si bien, contra el Mallorca y el Athletic, Bordalás parece haber dado con una tecla que, de primeras, le permitirá estar en Sevilla el próximo 23 de abril. Los datos evidencian que el tridente Gabriel Paulista, Diakhaby y Omar Alderete se impuso en sus duelos contra Williams, Raúl García, Muniain, Sancet… Paulista y Alderete recuperaron siete balones, los que más del equipo junto a Foulquier, y otro dato evidencia que el Valencia estuvo más metido en el partido: 16 anticipaciones, seis de ellas Lato, por solo siete del Athletic.
Bordalás también tiró de recursos tácticos durante el encuentro. Así, de salida, el equipo se dispuso en un 5-3-2, con Foulquier y Gayà de carrileros. Sin embargo, en los últimos minutos de la primera mitad, a raíz del gol de Guedes, Bordalás mandó a Diakhaby que adelantara su posición al centro del campo, actuando en un doble pivote con Ilaix, pasando así a un 4-4-2. Tras el descanso, Bordalás recompuso de nuevo a su equipo, volvió a una línea de tres centrales, aunque esta vez con cuatro jugadores en la medular: Hugo Duro, Soler, Ilaix y Bryan Gil, pasando a un 5-4-1, con Guedes como única referencia.