La hora de Fran Beltrán
Desde que se fue Mohamed no ha vuelto a ser indiscutible. Ahora se ha ganado la confianza de Coudet y tiene la misión de suplir a Renato Tapia.
Después de una gran temporada en el Rayo Vallecano, el Celta pagó los ocho millones de euros de la cláusula de rescisión de Fran Beltrán para hacerse con uno de los centrocampistas más prometedores del panorama español en ese momento. Era verano de 2018 y su salida generó mucho revuelo en Vallecas, donde algunos todavía no le perdonan su partida.
Su fichaje despertó grandes expectativas en Vigo y éstas enseguida se vieron colmadas con su espectacular estreno en Primera División. Indiscutible para Tony Mohamed, el madrileño asumió galones en el centro del campo, firmó un rendimiento sobresaliente y se ganó la admiración de Balaídos. Sin embargo, la destitución del entrenador argentino supuso un negativo punto de inflexión para Beltrán, quien empezó a perder protagonismo de forma alarmante.
Desapareció del once, su nivel descendió progresivamente y pidió salir en varias ocasiones. Sin embargo, este verano parece haber madurado definitivamente. Acabó la temporada pasada siendo titular por la lesión de Tapia y rindió a buen nivel. Comenzó este curso como suplente, pero siempre aportó saliendo desde el banquillo, lo que le valió para superar a Denis en el orden de preferencias de Coudet, algo que parecía impensable hace unos meses.
Su aportación parece haber convencido al Chacho, pues lleva tres partidos consecutivos siendo titular. No obstante, ahora tiene una misión más difícil si cabe. Después de sentar a Denis, ahora deberá hacer olvidar a Renato Tapia. Casi nada. La lesión del peruano, cuyo tiempo de baja todavía se desconoce, convertirá al madrileño en el pivote de referencia, su posición favorita. Tendrá que acudir a todas las ayudas defensas, correr mucho y bien y sacar el balón limpiamente jugado desde atrás. Tiene cualidades para superar esta reválida. Le ha llegado el momento, la hora de Beltrán.