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"Mi hija no me reconocía", el drama de Bellamy en el Anderlecht

El galés confesó en una entrevista para Daily Mail el calvario que sufrió debido a sus problemas de salud mental que le obligaron a abandonar el Anderlecht.

Actualizado a
"Mi hija no me reconocía", el drama de Bellamy en el Anderlecht
Twitter: @rscanderlecht

“Fui a la fiesta de cumpleaños de mi hija y no me reconoció”, estas son las duras palabras con las que Craig Bellamy habla de la batalla que tuvo que lidiar con su salud mental en el periódico británico Daily Mail.

El galés recordó el dolor que sintió al ir al cumpleaños de su hija, Orla: “Regresé en agosto después de la pretemporada con el Anderlecht y era el primer cumpleaños de mi hija y había una fiesta para ella y ella no sabía quién era yo. Extendí los brazos, pero ella no se acercó a mí. ¿Por qué lo haría ella? Ella solo me había visto en ocho o nueve ocasiones e incluso entonces solo estuve cerca de 24 horas a la vez. Realmente no formaba parte de la vida de Orla”.

Multitud de incertidumbres asolaron en ese momento la cabeza del exjugador del Newcastle, Liverpool y Manchester City que confiesa que salió de allí y se puso a llorar: “¿Qué debo hacer? ¿Me marcho aquí y no vuelvo? ¿Sigo con mi trabajo y dejo a alguien que amo? ¿Me quedo en su vida?”

En verano de 2019, el exfutbolista galés había aceptado la oferta de trabajo de Kompany en el Anderlecht, ya que soñaba con trabajar en el extranjero: “Si no sabes nada sobre el sistema juvenil de Anderlecht, no sabes de fútbol. El talento que pueden producir está fuera de escala. ¡Qué club para entrar! Necesitaba hacerlo. Solo para ver si podía. Era lo suficientemente bueno para ser entrenador, lo sabía y siempre quise aprender, pero necesitaba dar el siguiente paso. Decidimos que me quedaría con el sub-21. Eso fue genial. De todos modos, confiamos en jugadores jóvenes. El lema del club es 'En la juventud confiamos”, comenta Bellamy.

Pero este júbilo cambió con la llegada de la pandemia. En navidad de 2020, Bellamy cuenta que al llegar a casa pudo sentir que sus niveles de ansiedad “comenzaban a aumentar”. El galés se sintió aislado en Bruselas y extrañaba a sus cuatro hijos: “Hubo un punto en Bélgica en el que traté de seguir el mismo método que apliqué en Norwich y bloquearlo todo". Con solo 15 años el galés dejó su casa y se fue a jugar al Norwich City, para solventar los problemas emocionales que sufría, decidió centrarse en el fútbol para no pensar en nada más.

"Les dije a todos en casa: Olvídate de mí, no voy a volver. Empecé a pensar que tal vez sería mejor para el bebé de esa manera porque solo la confundiría si yo entraba y salía de su vida.” Añade: “Nunca he sido ese tipo de persona. Ojalá pudiera ser menos emocional y más despiadado, pero no estoy construido de esa manera. Si voy a traer a alguien a este mundo, tengo que asegurarme de que sepa que su padre la ama y que estoy aquí para ella.”

Finalmente, Bellamy tomó la decisión de abandonar el Anderlecht: "Vinny sabía lo que se avecinaba", dice. "Hablé con él sobre eso y me dijo que harían todo lo posible para ayudar, pero no había nada que pudieran hacer. Le dije a Vinny: "Hoy es un buen día". Llamamos a los otros entrenadores y se lo conté. Eso fue duro. El director deportivo de Anderlecht, Peter Verbeke, me mostró el contrato que me estaban ofreciendo como asistente del entrenador y dijo que mientras él estuviera en el club, seguiría estando ahí para mí. Lo ha metido en la caja fuerte del club. Eso significa muchísimo”.

El galés se encuentra desde hace un mes en Cardiff porque “necesito tomarme un descanso” y “pasar tiempo con gente con la que no he pasado tiempo”. Aun así, no descarta volver algún día al fútbol: “Extraño el zumbido del entrenamiento. Echo de menos el olor del césped, echo de menos preparar los campos, diseñar la sesión, construir para el juego. "Pero tomé la decisión correcta de irme”. Además, explica que “Ahora veo a Orla dos veces por semana y me siento el hombre más feliz del mundo. Cuando extiendo los brazos, ella también viene hacia mí "